Los intestinos de los atletas son diferentes

Los intestinos de los atletas son diferentes a los de las demás personas y desempeñan un papel primordial en sus logros deportivos, según un estudio desarrollado con jugadores de rugby de alto nivel.

En consecuencia, la capacidad física y muscular que caracteriza a los atletas no son las únicas diferencias que muestran con las demás personas, según un estudio publicado en la revista científica Gut del que se informa en un comunicado.

Los investigadores, irlandeses y británicos, investigaron la flora intestinal de los deportistas para analizar su naturaleza en personas atléticas. La flora o microbiota intestinal es el conjunto de bacterias que viven en el intestino, cuyo papel es importante para el estado de salud. Ayudan a la absorción de nutrientes y en la síntesis de determinados compuestos.

Los investigadores analizaron la flora intestinal de 40 jugadores de rugby y de otras 40 personas, pero no deportistas, y descubrieron que la microbiota intestinal era completamente diferente entre unos y otros.

En los atletas, la flora intestinal está especializada en reparar tejidos y en capturar la energía de los alimentos, lo que responde a las necesidades de un cuerpo que practica deporte: tiene fuertes demandas de energía y demanda una regeneración celular rápida.

No sólo estar en forma

Eso significa que la naturaleza física no es la única que hace de una persona un deportista, sino también su flora intestinal.

El trabajo de los investigadores sugiere que existen profundos vínculos entre la dieta, el ejercicio y la diversidad microbiana en el intestino. Este descubrimiento podría tener consecuencias a la hora de diseñar los entrenamientos, así como la alimentación de los deportistas.

Esta investigación desarrolla otra anterior, de 2014, publicada también en Gut. En esa primera investigación, habían descubierto que la flora intestinal de los jugadores profesionales de rugby era diferente de la que se considera naturalmente sana. La nueva investigación desarrolla la anterior, al descubrir además que el comportamiento funcional de la flora también es diferente al de las personas que no practican deporte.

Investigación previa

En la anterior investigación, analizaron a 40 jugadores de rugby y a tros dos grupos de hombres no deportistas. Analizaron la flora bacteriana de todos ellos, teniendo en cuenta además la alimentación y el ejercicio. También hicieron análisis de sangre.

En esta primera investigación descubrieron que, aunque la dieta era fundamental para el rendimiento deportivo, el ejercicio influía en la flora intestinal, hasta tal punto que era más abundante en los deportistas que en los demás participantes en el estudio.

La mayor variedad bacteriana tiene relación con la actividad física y el consumo de proteínas, señalaron los investigadores. Asimismo, establecieron que una combinación de dieta y ejercicio influye en la diversidad microbiana.

En aquel estudio quedó claro por último que los deportistas tienen un mejor perfil metabólico y menores niveles inflamatorios, especialmente los que tienen un mayor índice de masa corporal.
La nueva investigación complementa esta anterior al añadir que la flora intestinal de los deportistas está orientada a resolver las demandas específicas de esta actividad física.

Fuente: tendencias21.net