Nueva técnica permite vía sentido del tacto leer mensajes de celulares al convertirlos en vibraciones

En un futuro quizá cercano, los mensajes mediante teléfonos móviles (celulares) podrían ir un paso más allá de la simple lectura de estos mensajes en forma de texto en la pantalla o de su audición en forma de voz a través del altavoz o los auriculares. Una técnica recientemente desarrollada permite, tras un aprendizaje fácil, que a través del sentido del tacto el usuario lea mensajes convertidos en vibraciones.

Hong Tan, profesora de ingeniería electrónica y de computación en la Universidad Purdue en Estados Unidos, ha sido la principal impulsora del desarrollo del método para recibir mensajes vía señales táctiles a través de la piel en el antebrazo. En el trabajo también han participado, entre otros, Yang Jiao y Jaeong Jung de la misma universidad, así como científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, y de la compañía Facebook Inc., que ha aportado asimismo financiación.

Aunque la finalidad principal de esta línea de investigación es ofrecer una nueva vía de comunicación para usuarios con dificultades auditivas y oculares, ofrecerla también al público general como una herramienta para leer mensajes en situaciones en las que esto resulte mejor que la imagen o el audio también está siendo contemplado, y es algo en lo que Facebook está interesado. Un ejemplo que Tan expone es el de que en un futuro podamos llevar bajo la ropa una manga que discretamente nos envíe mensajes a través de la piel, en momentos en que pudiera ser inconveniente mirar un mensaje de texto o escucharlo en formato de voz por los medios tradicionales. “Cuando ello suceda, todos podrán beneficiarse, incluyendo las personas con discapacidad auditiva u ocular”.

En los experimentos, los sujetos de estudio usaron un prototipo de receptor (más voluminoso que el modelo que se busca desarrollar) envuelto alrededor de su brazo no dominante, concretamente desde la muñeca hasta debajo del codo. El dispositivo cuenta con 24 elementos que, al ser estimulados, emiten vibraciones contra la piel, cambiando de patrón vibratorio y de ubicación en el proceso.

Se asignó un conjunto de señales vibratorias a cada uno de los fonemas (unidades de sonido en un lenguaje que distinguen una palabra de otra). Los fonemas empleados en este caso, en el que se utilizó el idioma inglés, fueron 39.

Los sonidos de consonantes como K, P y T se manifestaban como sensaciones estacionarias en áreas diferentes del brazo, mientras que las vocales se indicaban mediante estimulaciones vibratorias que se movían hacia arriba, hacia abajo o alrededor del antebrazo.

Los sujetos de estudio aprendieron con el tacto a reconocer por su patrón vibratorio cada fonema y lograron entender mensajes de texto que recibían por esta singular vía de comunicación.

Fuente: noticiasdelaciencia.com