‘Situs inversus’, la anomalía que hace que los órganos estén colocados al revés

Existe una curiosa anomalía que afecta al 0,01% de la población -1 de cada 20.000 habitantes del planeta- por la cual algunas personas tienen sus órganos internos colocados al revés: por ejemplo el corazón está situado a la derecha o el apéndice a la izquierda.

Esta malformación, conocida como ‘situs inversus’ -que significa ‘posición invertida’-, provoca que los órganos estén situados ‘al revés’, concretamente como si el interior de la anatomía estuviera reflejada en un espejo.

El hecho de tener los órganos dispuestos de forma invertida no tiene porqué provocar a esos individuos ninguna dolencia diferente respecto a quienes la tienen de modo correcto -‘situs solitus’- a no ser que desconozcan que padecen tal malformación.

Hoy en día es fácilmente detectable en cualquier revisión médica rutinaria pero antiguamente, cuando no había aparatos con los que observar el interior de la anatomía humana, aquellos que la padecían desconocían totalmente tener sus órganos invertidos. Eso provocaba que un dolor en un lugar determinado pudiera llegar a confundir al médico que lo atendía sobre de qué tipo de dolencia se trataba en realidad.

Por poner un ejemplo práctico: se dieron casos de personas que acudieron al médico aquejadas de un molesto dolor en el costado izquierdo del abdomen. La localización de ese malestar confundía al galeno, que diagnosticaba obstrucción intestinal o una simple acumulación de gases, cuando realmente lo que estaba padeciendo el enfermo era un severo ataque de apendicitis que podría acabar en una peligrosa –y a veces mortal- peritonitis. El hecho de ser desconocedores, tanto el facultativo como paciente, de la posición invertida de los órganos de éste último hacía imposible saber cuál era la afección correcta.

Pero no todos los que padecen de esta anomalía tienen la totalidad de sus órganos invertidos: de hecho, se da una proporción mayor de casos en los que es una única víscera la que se encuentra colocada de forma inversa. Este es el caso de quienes padecen de ‘dextrocardia’, o lo que es lo mismo, tener el corazón situado hacia el lado derecho del tórax en lugar del izquierdo. También se puede dar el hecho de que el corazón se encuentre situado exactamente en el centro del tórax –ni a la izquierda ni a la derecha- es conocido como ‘mesocardia’.

Infinidad han sido los casos en los que, a lo largo de la historia, se ha descubierto que una persona padecía esta malformación en el momento de ser abierto para realizarle alguna intervención quirúrgica o incluso durante una autopsia.

El efecto espejo en los órganos internos fue descrito por primera vez por el célebre patólogo escocés Matthew Baillie a finales del siglo XVIII. De hecho, el descubrimiento de esta malformación se produjo en el año 1788 durante la disección de un cadáver por parte de los alumnos de la londinense ‘Hunterian Medical School’ a quienes Baillie impartía clases de anatomía.

Un siglo antes el médico italiano Marco Aurelio Severino ya había escrito, allá por 1643, sobre la situación del corazón en el lado derecho. Una malformación que, tal y como dio a conocer a la prensa, padece el popular cantante Enrique Iglesias.

Fuente: tecnoxplora.com