Los científicos han descubierto cómo los edulcorantes afectan al hígado

Los edulcorantes, que se distinguen específicamente como edulcorantes no nutritivos (ENN), hoy en día son ampliamente consumidos como sustitos del azúcar presumiblemente saludables puesto que estos brindan un sabor dulce con ninguna o pocas calorías. Actualmente un gran número de estos compuestos están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) como seguros para su consumo por el humano, sin embargo, diversos estudios han determinado una relación potencial entre estos y algunos efectos negativos en la salud de las personas.

Un estudio nuevo presentado en “Experimental Biology” que es un evento anual de cinco sociedades que reúne a científicos de distintas instituciones para conocer las últimas investigaciones en anatomía, bioquímica, patología, farmacología, fisiología y biología molecular, determinó que dos edulcorantes son capaces de afectar la expresión e interrumpir la función de una proteína que utiliza el hígado para realizar su principal función que es la desintoxicación del organismo de sustancias que son ajenas a él.

La proteína que fue evaluada se conoce como glucoproteína P (PGP) la cual se distingue como una proteína transportadora cuya función vital para el organismo es sacar de las células sustancias potencialmente tóxicas como compuestos derivados de ciertos fármacos, jugando un papel indispensable en la desintoxicación del hígado.

El estudio utilizó a los edulcorantes sucralosa y acesulfamo de potasio para su evaluación en un modelo de células de hígado para determinar tanto la expresión como la función de la proteína PGP. Los resultados arrojaron evidencia de que los dos sustitutos fueron capaces de alterar la expresión normal de la proteína tanto en exposición crónica como aguda, además de demostrar que eran capaces de afectar la función de PGP ante exposiciones con concentraciones por debajo de las aceptadas al demostrar que las moléculas de estos sustitutos son sustrato y a la vez inhibidor de la proteína PGP.

Cuando nosotros consumimos ciertos tipos de fármacos, estos cumplen sus funciones terapéuticas y es necesario excretarlos del organismo ya que, finalmente, son componentes que no forman parte normal del sistema. El órgano principal que actúa para esto es el hígado con un montón de proteínas que le ayudan a su cometido, entre ellas está la PGP que como ya se mencionó, actúa como una bomba excretora de sustancias nociva para cada célula.

En este sentido, los edulcorantes aquí mencionados son capaces de desplazar la función normal de PGP al orillarla a dedicarse con mayor afinidad a realizar esta función excretora con las moléculas de tales sustitutos, lo que finalmente sugiere un riesgo para la salud en los consumidores de este tipo de compuestos sobre todo cuando están bajo tratamiento con medicamentos que se reporta utilizan el mecanismo de PGP para su eliminación, de tal modo que sus metabolitos tóxicos podrían acumularse y provocar daños en el organismo.

Finalmente se debe reconocer que esto es una relación sugerida encontrada en ensayos in vitro que aún debe evaluarse en otros modelos biológicos, como los humanos, para determinar con mayor seguridad este efecto.

Fuente: ensedeciencia.com