Descubren que el yoga tiene los mismos beneficios neurológicos que el ejercicio aeróbico

El ejercicio aeróbico fortalece el cerebro y contribuye al crecimiento de nuevas neuronas, tal y como han demostrado numerosos estudios. Pero ninguna investigación había probado hasta ahora que el yoga produjera los mismos beneficios en el cerebro. Por eso resulta tan interesante la investigación que acaba de publicar la revista Brain Plasticity, en la que se analizan 11 estudios acerca la relación entre la práctica del yoga y la salud del cerebro.

La investigación

Cinco de los estudios se realizaron con personas sin antecedentes en la práctica del yoga, que realizaron una o más sesiones de esta disciplina a la semana, durante un período de entre 10 y 24 semanas. Los expertos compararon la salud cerebral al comienzo y al final del estudio. El resto de las investigaciones analizadas medían las diferencias cerebrales entre las personas que practican yoga regularmente y las que no.

Para cada uno de los estudios se utilizaron técnicas de imagen cerebral, como la resonancia magnética, la resonancia magnética funcional o la tomografía computarizada con el fin de concretar el impacto del yoga sobre esta parte del cuerpo humano.

La disciplina elegida fue el Hatha yoga, que incluye movimientos corporales, meditación y ejercicios de respiración. A partir de estos 11 estudios, se identificaron algunas regiones cerebrales y se analizó su evolución. Por ejemplo, se observó un aumento en el volumen del hipocampo con la práctica del yoga similar a la que se produce con otros deportes aeróbicos. El hipocampo está involucrado en el procesamiento de la memoria y se sabe que se reduce con la edad y es la primera estructura que se ve afectada en la demencia y la enfermedad de Alzheimer.

Otro cambio se pudo observar en la amígdala, una estructura cerebral que contribuye a la regulación emocional, que tiende a ser más grande en los practicantes de yoga. La corteza prefrontal, la corteza cingulada –un circuito de estructuras que juega un papel clave en la regulación emocional, el aprendizaje y la memoria– y las redes cerebrales –conjunto de regiones involucradas en el pensamiento sobre el yo y la planificación–, también tienden a ser más grandes o más eficientes en aquellos que dedican tiempo semanal a esta disciplina.

Los estudios también han encontrado que los cambios cerebrales observados en las personas que practican yoga están asociados con un mejor rendimiento en las pruebas cognitivas o medidas de regulación emocional. El hecho de que el yoga no sea de naturaleza aeróbica, pone de manifiesto, según los expertos, que debe de haber otros mecanismos en el ejercicio que provoquen estos cambios cerebrales, por lo que se requiere más investigación al respecto.

Los científicos creen que mejorar la regulación emocional es una clave para los efectos positivos del yoga en el cerebro. Los estudios relacionan el estrés en humanos y animales con la contracción del hipocampo y un peor rendimiento en las pruebas de memoria, y los que practican yoga tienen una respuesta atenuada del cortisol al estrés, lo que se asocia con un mejor rendimiento en las pruebas de toma de decisiones, cambio de tareas y atención. Por lo que la relación puede tener más que ver con el hecho de que esta disciplina sea beneficiosa para mejorar los trastornos de ansiedad, el estrés y la depresión. Y esto conduce a un mejor funcionamiento cerebral.

Fuente: elnacional.cat.es