Descubren las debilidades epigenéticas en el cáncer de hígado para mejorar su tratamiento
Un equipo del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras ha descubierto que los tumores hepáticos que presentan la desactivación del gen NSUN7, que es un editor epigenético del ARN, suelen tener un mal pronóstico. Los resultados podrían servir para anticipar su evolución clínica y el desarrollo de tratamientos, según los autores
Científicos del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC), liderados por Manel Esteller, han descubierto una alteración epigenética clave para anticipar el transcurso clínico del cáncer de hígado. Se trata de la desactivación del gen NSUN7, a su vez un editor epigenético del ARN. Los tumores que presentan esta alteración acostumbran a tener un mal pronóstico clínico, aunque la investigación indica que serían más vulnerables frente a los inhibidores del Bromodominio, una familia de fármacos anticáncer. Los resultados del estudio se han publicado en Molecular Cancer
El cáncer de hígado es un tipo de tumor muy frecuente. De hecho, en muchos países está entre los tres más comúnmente detectados. Cada año se diagnostican alrededor de un millón de casos en todo el mundo. Además, es un tipo de tumor que presenta una elevada agresividad, con una mortalidad cercana al 80 % de los pacientes.
El grupo de Esteller, director del IJC, profesor de Investigación ICREA y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona, tiene experiencia en el estudio del cáncer de hígado, pues fue el primero en determinar el epigenoma de este tumor e identificar, así, las principales alteraciones químicas del ADN que cambian su expresión genética.
En la investigación, firmada por Vanessa Ortiz-Barahona y Marta Soler como autoras principales, el equipo científico se ha centrado en el estudio de las modificaciones químicas sobre el ARN, la molécula intermediaria entre la información genética y las proteínas, las auténticas herramientas de la célula.
En este sentido, Esteller destaca que “en los últimos cinco años, hemos contribuido a demostrar que no solo la regulación química del ADN está alterada en el cáncer sino también las ‘marcas’ que controlan la actividad del ARN”. El IJC determinó por primera vez el epigenoma de este tumor, lo que permitió identificar las principales alteraciones químicas del ADN que cambian su expresión genética.
Durante el estudio de quien controla estas modificaciones químicas del ARN (el llamado epitranscriptoma), los investigadores se encontraron con que el gen NSUN7 estaba claramente alterado en cáncer de hígado.
Peor supervivencia
«Observamos que el gen NSUN7 sufría una pérdida de funcionalidad en tumores hepáticos y ello provocaba una degradación de sus dianas de ARN, llevando finalmente a una superactivación del oncogén MYC”, señala Esteller.
La activación de oncogenes acostumbra a relacionarse con peor supervivencia, como así apuntaron los resultados del estudio. Sin embargo, Esteller comenta que “al mismo tiempo comprobamos que los tumores mencionados eran más sensibles a fármacos que bloquearan MYC, como los llamados inhibidores del bromodominio”. Esto abre una nueva vía terapéutica que merece la pena explorar en ensayos clínicos de cáncer de hígado en función del estado de activación de NSUN7.
Una consecuencia imprevista que se desprende de la investigación es que aquellos tumores hepáticos con NSUN7 intacto podrían ser más receptivos a la inmunoterapia. De esta manera, determinar la situación epigenética de NSUN7 en pacientes de cáncer de hígado podría tener un alto valor clínico y ayudar a diseñar un terapia más precisa y personalizada de cara al paciente.
Fuente: agenciasinc.es