Según suban las temperaturas globales, el riesgo de conflictos armados crecerá sustancialmente: estudio
Una investigación de la Universidad de Stanford publicado en la revista ‘Nature’, revela que la intensificación del cambio climático aumentará el riesgo futuro de conflictos armados violentos dentro de los países. Sintetizando las opiniones entre los expertos, el estudio estima que el clima ha influido entre el 3 por y el 20 por ciento de los conflictos armados durante el último siglo y que la influencia probablemente aumentará drásticamente.
En un escenario con 4 grados centígrados de calentamiento (aproximadamente el camino en el que estamos si no se reducen sustancialmente las emisiones de gases invernadero), la influencia del clima en los conflictos aumentaría más de cinco veces, con un 26 por ciento de probabilidad de un aumento sustancial en el riesgo de conflicto, según el estudio.
Incluso en un escenario de 2 grados centígrados de calentamiento más allá de los niveles preindustriales (el objetivo del Acuerdo Climático de París), la influencia del clima en los conflictos se duplicaría con creces, con una probabilidad del 13%.
“Apreciar el papel del cambio climático y sus impactos en la seguridad es importante no solo para comprender los costos sociales de nuestras continuas emisiones de efecto invernadero, sino también para priorizar las respuestas, que podrían incluir ayuda y cooperación”, apunta Katharine Mach, directora del Centro de Evaluación Ambiental de Stanford y autora del estudio.
El clima extremo impulsado por el cambio climático y los desastres relacionados pueden dañar las economías, disminuir la producción agrícola y ganadera e intensificar la desigualdad entre los grupos sociales. Estos factores, cuando se combinan con otros impulsores del conflicto, pueden aumentar los riesgos de violencia.
“Saber si los cambios ambientales o climáticos son importantes para explicar el conflicto tiene implicaciones sobre lo que podemos hacer para reducir la probabilidad de un conflicto futuro, así como sobre cómo tomar decisiones bien informadas sobre con qué intensidad debemos mitigar el cambio climático futuro”, precisa Marshall Burke, profesor asistente de ciencias del sistema de la Tierra y coautor del estudio.
Los investigadores discrepan intensamente sobre si el clima desempeña un papel en el inicio de las guerras civiles y otros conflictos armados. Para comprender mejor el impacto del clima, el análisis incluyó entrevistas y debates entre expertos en ciencias políticas, ciencias ambientales, economía y otros campos que llegaron a diferentes conclusiones sobre la influencia del clima en los conflictos en el pasado.
Los expertos, que también fueron coautores del estudio, coinciden en que el clima ha afectado el conflicto armado organizado en las últimas décadas. Sin embargo, dejan claro que otros factores, como el bajo desarrollo socioeconómico, la fortaleza del gobierno, las desigualdades en las sociedades y una historia reciente de conflictos violentos tienen un impacto mucho mayor en los conflictos dentro de los países. Los investigadores no entienden completamente cómo afecta el clima al conflicto y bajo qué condiciones.
Las consecuencias del cambio climático futuro probablemente serán diferentes de las interrupciones climáticas históricas, ya que las sociedades se verán obligadas a lidiar con condiciones sin precedentes que van más allá de la experiencia conocida y a lo que pueden ser capaces de adaptarse.
“Históricamente, los niveles de conflicto armado a lo largo del tiempo se han visto fuertemente influenciados por las conmociones y los cambios en las relaciones internacionales entre los estados y en sus sistemas políticos internos”, señala James Fearon, profesor de ciencias políticas y coautor del estudio–. Es bastante probable que a lo largo de este siglo, un cambio climático sin precedentes tenga un impacto significativo en ambos, pero es extremadamente difícil anticipar si los cambios políticos relacionados con el cambio climático tendrán grandes efectos en los conflictos armados. Por lo tanto, creo que poner un peso no trivial en los efectos climáticos significativos sobre el conflicto es razonable”.
Reducir el riesgo de conflicto y prepararse para un clima cambiante puede ser un enfoque ganador. El estudio explica que las estrategias de adaptación, como el seguro de cosechas y su el almacenamiento posterior, los servicios de capacitación y otras medidas, pueden aumentar la seguridad alimentaria y diversificar las oportunidades económicas, reduciendo así los posibles vínculos entre el clima y los conflictos.
El mantenimiento de la paz, la mediación de conflictos y las operaciones de ayuda posteriores al conflicto podrían incorporar el clima en sus estrategias de reducción de riesgos al observar formas en que los peligros climáticos pueden exacerbar los conflictos violentos en el futuro. Sin embargo, los investigadores dejan claro que es necesario aumentar la comprensión de la efectividad de estas estrategias y el potencial de efectos secundarios adversos. Por ejemplo, las prohibiciones a la exportación de alimentos después de la pérdida de cultivos pueden aumentar la inestabilidad en otros lugares.
Fuente: europapress.es