¿Ventajas evolutivas de las parejas de machos de termita?

En una nueva investigación, unos científicos han encontrado que unas termitas japonesas forman parejas de machos cuando no están disponibles hembras, y que cuando surge la oportunidad, le arrebatan el nido a una pareja heterosexual y matan el macho de manera que uno de ellos pueda aparearse con la hembra ahora carente de pareja. Las observaciones del equipo de investigación apoyan la teoría de que los emparejamientos homosexuales en invertebrados tienen ventajas evolutivas.

La paradoja evolutiva de la homosexualidad ha intrigado desde hace tiempo a los biólogos. Investigaciones recientes sugieren que existen beneficios asociados a ella, al menos para mamíferos y aves. En cuanto a invertebrados como los insectos, los expertos han considerado que el comportamiento homosexual procede de un inoportuno error de reconocimiento de machos como hembras. Pero el equipo de Nobuaki Mizumoto, de la Universidad de Kioto en Japón, ha descubierto que las termitas macho no se confunden; con un macho se comportan de manera diferente a como lo hacen con una hembra. Y cuando se emparejan con otros machos, no actúan como si los hubieran tomado por hembras.

 Las termitas investigadas construyen normalmente nidos repartidas como parejas heterosexuales monógamas. En teoría, toda unión no heterosexual en un sistema de emparejamiento monógamo debería tener considerables costes para la reproducción. Esta práctica en las termitas debía pues proporcionar algún tipo de beneficio, sobre todo siendo un comportamiento común.

El equipo de Mizumoto comprobó que en cada pareja de termitas macho, ambos individuos construían nidos juntos, como hacen las parejas heterosexuales. Las termitas macho aisladas lo tienen muy difícil para sobrevivir por sí mismas, pero aquellos machos que construyen nidos con otros machos sobreviven más tiempo. Como se constató en las observaciones, esto era especialmente beneficioso en situaciones en las que buscar una hembra supone un riesgo significativo de convertirse en presa. En definitiva, está claro que el emparejamiento macho-macho es una estrategia para la supervivencia.

Fuente: NCYT