Unos Reyes Magos más ecológicos

“Melchor, Gaspar y Baltasar son unos señores que ponen en práctica varias medidas ecológicas, como viajar en camello que no contamina (y sus desechos son biodegradables) y no cargar vituallas. Pero una ayudita nunca les viene mal.”

Cooperación 

Tanto los tres reyes, como quienes reciben sus regalos, deberían poner en práctica ciertas costumbres que no solo son muy buenas para el Medio Ambiente, sino que, si comenzamos el año teniéndolas presente, quizá se nos hagan hábito y seamos más conscientes de la cuota de cuidado de nuestro mundo que nos corresponde. En cuanto a los padres de los niños que reciben los regalos, es importante recordarles que nuestros niños aprenden de lo que ven, por lo que se debe predicar con el ejemplo y de esa manera estaremos formando ciudadanos responsables que sepan que cuidar su entorno es una tarea que nos compete a todos, no importa la edad que tengamos.

Hacer lugar para lo nuevo 

Ya que los reyes traerán nuevos obsequios (o cuando éstos lleguen), es una muy buena oportunidad para que nuestros niños hagan “limpieza”. Que sean ellos los que elijan qué es lo que no van a usar y en lo posible intentad regalar estos juguetes a quienes los puedan reutilizar. Siempre es agradable dar y si ese sentimiento se arraiga desde pequeños y se es consciente de que otros pueden usar lo que nosotros ya no necesitamos, les estaremos obsequiando con una enseñanza que les durará toda la vida.

Todo aquello que creamos que no puede ser arreglado o reparado para tener una segunda oportunidad, debe ser desechado de forma conjunta con nuestros hijos, depositando en los contenedores adecuados cada objeto según su naturaleza. Reciclar es la mejor forma de cuidar el planeta cada día.

Regalos 

Es muy importante elegir los regalos adecuados para la edad y recordar que ningún presente tiene como único destinatario un determinado sexo. Si una niña quiere un juego de mecánico y un niño un bebote, regalárselos implica darle herramientas a ella para aprender y a él, la oportunidad de ser un buen padre en el futuro. Algo muy importante es que los Reyes se aseguren de que los juguetes o regalos deben estar fabricados con materiales no tóxicos y en lo posible biodegradables, que sean educativos y/o que fomenten la creatividad de los niños, que no inciten a la violencia o sean bélicos y que estén fabricados de forma sostenible y sin el empleo de mano de obra infantil o mal pagada.

Si no sabemos qué es exactamente lo que los nietos o sobrinos de la familia desean, consultarlo, no comprar porque sí o porque es una obligación dejarles algo en cada casa. Los juguetes o presentes que no les gustan acabarán en la basura o en un rincón juntando telas de arañas. Otra alternativa sería la de cambiar el juguete por otro de su agrado, pero esto no siempre es posible, ya que el entusiasmo de recibir regalos hace que los niños rompan precintos o abran cajas selladas y ello hace inviable la devolución, pero siempre queda la opción de regalar vales en tiendas de juguetes, para que los niños luego puedan elegir exactamente lo que desean.

No es aconsejable regalar mascotas. 

Para adoptar a un nuevo integrante de la familia siempre debe haber una reflexión profunda antes de traerlo a casa, ya que es un ser vivo que requerirá de atenciones y cuidados durante varios años. Los animales no son juguetes y esa es una máxima que los niños (y los padres) deben aprender, para que no haya más abandonos.

Las mascotas no son juguetes para entretenerse con ellos y abandonarlos. Si no puedes comprometerte, no tengas una. Envoltorios Los papeles con los que envolver los regalos deben ser sí o sí, reciclados, lo mismo que las bolsas y en lo posible las cajas o envoltorios originales del presente. En caso de que haya otros elementos (cintas, plásticos, etc.) debemos cerciorarnos de hacer una correcta separación de los materiales antes de depositarlos en los contenedores. Debemos tener en cuenta que muchos de los papeles con los que vienen envueltos los obsequios podrían ser reutilizados. Si guardamos estos envoltorios y los volvemos a emplear para nuevos regalos o para darles el uso que nuestra imaginación nos indique, estaremos ayudando de manera significativa a reducir los desperdicios y a ser medioambientalmente responsables.

No olvidar que estas son épocas en las que los volúmenes de basura aumentan por infinidad de razones (regalos, comidas, etc.) y por tanto es cuando nuestro esfuerzo por realizar un reciclaje correcto debe ser mayor, para no ser parte del problema, sino de la solución.

¿Y si nos dejan carbón? 

No hay problemas, todo sirve. Primero debemos cambiar la actitud y proponernos tener un mejor comportamiento para el año próximo y en cuanto al carbón también podemos emplearlo de diferentes formas (a menos que sean chuches): como biomasa para la estufa o la barbacoa o como aditivo para el compost; en caso de desecharlo, depositarlo en el contenedor de “orgánicos”.

Fuente: econoticias.com