El hallazgo de gas raro resuelve el enigma de un paisaje sudafricano

Un estudio sugiere que el descubrimiento de gases liberados desde las profundidades de la corteza terrestre podría ayudar a explicar un paisaje inusual del sur de África.

Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo por qué áreas como la región Highveld de Sudáfrica son tan elevadas y planas, con rocas inesperadamente calientes debajo de la superficie.

Los geólogos han revelado que los gases ricos en dióxido de carbono que burbujean a través de manantiales naturales en Sudáfrica se originan a partir de una columna de material caliente, similar a melaza, ubicado en el interior de la Tierra.

Se sabe que estos ‘puntos calientes’ generan actividad volcánica en Hawai, Islandia y el Parque Nacional Yellowstone. En Sudáfrica, el punto de acceso empuja la corteza hacia arriba, generando el paisaje distintivo, que consiste principalmente en mesetas a más de un kilómetro sobre el nivel del mar, dicen los investigadores.

Esto también explica por qué las rocas debajo de la región son más calientes de lo esperado, una propiedad que podría aprovecharse para generar energía geotérmica.

Un equipo dirigido por científicos de Edimburgo analizó la composición química del gas que emerge de una grieta profunda en la corteza terrestre ubicada en KwaZulu-Natal, Sudáfrica.

Descubrieron que las variantes de los elementos helio y neón presentes en el gas coinciden con la composición de una capa rocosa a 1.000 kilómetros debajo de la superficie de la Tierra, llamada manto profundo.

África del sur, sobre una columna de manto caliente

Los hallazgos proporcionan la primera evidencia física de que África meridional se encuentra sobre una columna de manto anormalmente caliente, que hasta ahora solo se había teorizado utilizando modelos informáticos de datos sísmicos.

El alto relieve y las temperaturas del subsuelo más calientes de lo esperado de las rocas debajo del sur de África habían sido un enigma para los geólogos durante muchos años. Nuestros hallazgos confirman que el gas de dióxido de carbono en la superficie proviene de un penacho de manto profundo, lo que ayuda a explicar el paisaje inusual de las regiones, declaró Stuart Gilfillan, de la Escuela de Goeciencias, en un comunicado.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature Communications.

Fuente: europapress.es