Ultrasonidos para recargar dispositivos electrónicos intracorporales o subacuáticos

A medida que la gente vive más años, se vuelve más común que su salud deba apuntalarse con tecnología médica. Así, aumenta en todo el mundo la cantidad de pacientes que utilizan dispositivos electrónicos implantados, como por ejemplo marcapasos. En la actualidad, las baterías de los dispositivos implantados en el cuerpo se sustituyen mediante una cirugía de incisión, lo que puede dar lugar a complicaciones de salud.

La inducción electromagnética y la resonancia magnética pueden utilizarse en la transferencia inalámbrica de energía. La inducción electromagnética se utiliza actualmente en los teléfonos inteligentes y los auriculares inalámbricos; sin embargo, su uso es limitado porque las ondas electromagnéticas no pueden atravesar el agua o el metal, por lo que la distancia de recarga es corta. Además, no resulta fácil usar este método para recargar dispositivos médicos implantados, ya que el calor generado durante la recarga es perjudicial. El método de la resonancia magnética requiere que las frecuencias de resonancia del generador de campo magnético y del dispositivo transmisor sean exactamente las mismas; además, existe el riesgo de que se produzcan interferencias con otras frecuencias de comunicación inalámbrica, como las del Wi-Fi y del Bluetooth.

Ahora, el equipo de Hyun-Cheol Song, del Centro de Investigación en Materiales Electrónicos, adscrito al Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur (KIST), ha puesto a punto una nueva técnica de recarga por transferencia inalámbrica de energía que puede utilizarse para recargar las baterías de estos implantes y también para recargar las baterías de dispositivos subacuáticos, como por ejemplo los sensores que se utilizan para vigilar el estado de cables submarinos.

La nueva técnica emplea la transmisión inalámbrica de energía mediante ultrasonidos. Las ondas ultrasónicas reemplazan así a las ondas de la inducción electromagnética y a los campos magnéticos.

El dispositivo recibe y convierte las ondas ultrasónicas en energía eléctrica valiéndose del principio triboeléctrico que permite convertir pequeñas vibraciones mecánicas en energía eléctrica de forma razonablemente eficaz.

En las pruebas del nuevo dispositivo, fue posible la recarga a más de 8 milivatios de potencia a una distancia de 6 centímetros, lo que bastó para hacer funcionar simultáneamente 200 LEDs o para comunicar datos de sensor Bluetooth bajo el agua.

Song y sus colegas exponen los detalles técnicos de su sistema en la revista académica Energy & Environmental Science, bajo el título “Ferroelectrically augmented contact electrification enables efficient acoustic energy transfer through liquid and solid media”.

Fuente: noticiasdelaciencia.com