Una investigación revela que la homosexualidad es ‘una tendencia común en los mamíferos’

Los datos del CSIC señalan que no se distribuye aleatoriamente entre los linajes de mamíferos, sino que tiende a ser “particularmente prevalente” en algunos casos, especialmente en los primates, donde se ha observado en al menos 51 especies, desde lémures hasta simios

El comportamiento homosexual en mamíferos no humanos se da con más frecuencia en especies que interactúan dentro de un mismo grupo y juega un papel importante en el mantenimiento de las relaciones sociales y la mitigación de los conflictos. Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que publica Nature Communications ha analizado la evolución del comportamiento homosexual en mamíferos.

La investigación, encabezada por la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), sugieren que el comportamiento sexual entre individuos del mismo grupo, prevalente en el caso de los primates, es un elemento importante para establecer y mantener sus vínculos.

Los comportamientos homosexuales en mamíferos no humanos se definen operativamente como “comportamientos transitorios que normalmente se realiza en algún momento de la reproducción con un miembro del sexo opuesto, pero que, en su lugar, se dirige a miembros del mismo sexo”, explica el CSIC.

Estas conductas han atraído la atención de disciplinas tan dispares como la sociología, la psicología, la zoolobiología evolutiva o la ecología del comportamiento y dado que no contribuye directamente a la reproducción, se considera un enigma evolutivo.

El comportamiento sexual entre individuos del mismo sexo, que lo practican con similar prevalencia machos y hembras, es “una tendencia común en los mamíferos”, registrado hasta ahora en aproximadamente el 5% de las especies y el 50% de las familias.

Los datos disponibles señalan que no se distribuye aleatoriamente entre los linajes de mamíferos, sino que tiende a ser “particularmente prevalente” en algunos casos, especialmente en los primates, donde se ha observado en al menos 51 especies, desde lémures hasta simios.

Mientras que en algunas especies es algo incidental y sólo ocurre en situaciones muy específicas, en aproximadamente el 40 % de las especies el comportamiento homosexual es una actividad moderada o, incluso, frecuente durante la época de apareamiento.

El estudio ha detectado una “asociación significativa”, a nivel de especie, entre la ocurrencia de comportamiento sexual entre individuos del mismo sexo y el comportamiento social, tanto en machos como en hembras, siendo las especies sociales las que mayor probabilidad tienen de exhibir este tipo de interacciones.

Estos resultados, indica el estudio, apoyan la hipótesis de que esta conducta sexual se ha visto “favorecida evolutivamente como una forma de establecer, mantener y reforzar relaciones sociales que pueden aumentar los vínculos y la alianza entre miembros de un mismo grupo”.

La investigación sugiere que el comportamiento sexual entre individuos del mismo sexo exhibido por mamíferos no humanos, más que “aberrante o maladaptivo, es una adaptación que juega un papel importante en el mantenimiento de las relaciones sociales en ambos sexos y la mitigación de los conflictos principalmente entre machos”, dice el autor principal José María Gómez, de la EEZA-CSIC.

Este análisis comparativo filogenético también ha hallado una relación entre esta conducta sexual y la violencia intrasexual, en este caso sólo para machos. Las especies cuyos machos son más violentos tienen mayor probabilidad de que estos exhiban este comportamiento sexual durante algún momento de su vida. En la investigación participaron también la Universidad de Granada (UGR) y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), un centro mixto entre el CSIC, la Universitat de València y la Generalitat Valenciana.

Fuente: cadenaser.com