Descubren carta perdida de Einstein que predijo los supersentidos animales

En 1949, Albert Einstein se inspiró en cómo el científico Karl von Frisch realizó investigaciones del comportamiento de las abejas. El alemán profetizó conocimientos de biología y física

El premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1973, Karl von Frisch, quien fundó la revista Journal of Comparative Physiology, destinó a las abejas a ser modelos experimentales sobre estudios de la percepción sensorial, el aprendizaje y la memoria. Inspirado por este trabajo, el físico alemán Albert Einstein escribió una carta en octubre de 1949, en donde discutía la probabilidad de que los animales tengan supersentidos, mostrando así su interés por la naturaleza.

La percepción de Einstein tiene ahora una validez doble considerando que en la década de 1940, como la tecnología aún pertenecía a procesos embrionarios, las personas asumían con sesgos antropocentristas que los animales solo se constituían de los cinco sentidos humanos clásicos (vista, oído, tacto, olfato y gusto), según el artículo citado.

El ingeniero Glyn Davys, involucrado en investigaciones del radar, fue el destinatario de la misiva escrita por Albert Einstein.

Coincidiendo con el radar, en 1944, Donald R. Griffin, profesor estadounidense de zoología, había revelado en la revista Science los resultados referentes a ecolocalización o biorradar de los murciélagos.

“Esta coincidencia de la ciencia (el radar y los murciélagos) comenzó a aumentar la atención sobre las capacidades sensoriales que pueden tener diferentes animales, y si estas podrían estudiarse para comprender los principios de la física necesarios para mejorar y diseñar soluciones innovadoras de problemas técnicos”, detallan Adrian Dyer, del Instituto Real de Tecnología de Melbourne (RMIT), y sus colegas de la Universidad Deakin y la Facultad de Ciencias de la Vida en la Universidad de Viena.

Según comentó Davys, sus hijos sabían de la existencia de la correspondencia cuando eran pequeños. Sin embargo, él pensaba que se le había perdido en algún momento de su vida. Finalmente, en el año 2011, su esposa, Judith Davys, la encontró cuando estaba arreglando papeles tras la muerte del ingeniero y entregó una copia a The Albert Einstein Archives en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

El físico alemán, quien descubrió la ecuación de la teoría de la relatividad, había escrito en tal carta: “Es concebible que la investigación del comportamiento de las aves migratorias y las palomas mensajeras pueda algún día conducir a la comprensión de algún proceso físico que aún no se conoce”.

El 28 de marzo de 2018, Atticus Pinzon-Rodriguez, de Lund University en Suecia, publicó en Journal of the Royal Society Interface que las aves pueden sentir el campo magnético de la Tierra y que por ello migran a distancias enormes sin desorientarse. Esto se amolda a la predicción de Einstein porque esas observaciones ayudan a calibrar las tecnologías de la actualidad.

Adrian Dyer confirmó en el documento que siete décadas después estamos siendo testigos de principios fundamentales basados en supersentidos que mejoran la comprensión humana en aspectos científicos.

Fuente: larepublica.pe