Cuatro babuinos se confabularon para escapar de un centro de investigación

Cuatro babuinos confabularon para escapar de un centro de investigación. De acuerdo con un comunicado de prensa del Instituto de Investigación Biomédica de Texas y el Centro Nacional de Investigación de Primates del Suroeste, EEUU, los primates en un esfuerzo conjunto llevaron a la valla uno de los barriles de 200 litros con alimentos que estaba en el àrea y pudieron escapar. En media hora fueron capturados por el personal del instituto.

El género de los babuinos une cinco especies de monos que viven en África. Junto con otros primates (chimpancés, macacos) son usados en investigaciones biomédicas. Los babuinos sirven como animales modelo para el estudio de muchas enfermedades crónicas e infecciosas, incluida la resistencia a la insulina, la obesidad, la sepsis y la epilepsia. Los institutos de investigación generalmente crean colonias fértiles y usan monos criados en cautividad, no capturados en la naturaleza. Una de las mayores colonias de babuinos (aproximadamente 1.100 animales) fue creada en el Centro Nacional de Investigación de Primates del Suroeste. Fue fundada en 1972 (en un principio contaba con 200 animales) y ahora la octava generación de monos vive en los recintos del centro.

Los babuinos viven en un gran recinto cerrado por paredes. Para que los animales estén ocupados se construyeron franjas de obstáculos y tubos de concreto. Para simular que los monos consiguen sus propios alimentos, el personal del instituto colocó unos barriles de 200 litros de cereales con agujeros. Para sacar la comida del barril, los primates tuvieron que rodarla por el suelo. Pero los monos encontraron otros usos para los barriles.

El sábado 14 de abril, cuatro babuinos pusieron el barril en posición vertical cerca de la valla, gracias a lo cual pudieron escapar. Uno de los primates decidió quedarse en el corral, pero tres escaparon. Después de 20-30 minutos, los fugitivos fueron capturados por los empleados del instituto. Ninguno resultó herido. En un comunicado de prensa se señala que los animales que escaparon no habían sido usados en estudios y no eran portadores de ninguna infección.

Anteriormente, simios demostraron ser capaces de ayudar al hombre a no equivocarse. Un equipo de primatólogos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, descubrió que los chimpancés, orangutanes y bonobos pueden reconocer “falsas creencias” de otros individuos. Al ver cómo una persona realizaba una acción basada en falsas presunciones (como por ejemplo, buscar un objeto cuando este ya fue tomado sin su conocimiento) el primate comprendió la dificultad que esta enfrentaba y decidió ayudarla.

Fuente: nmas1.org