Inventan cápsulas que liberan insulina en la sangre cuando el paciente lo necesita

Los pacientes con diabetes están de enhorabuena. En un futuro cercano, regular la insulina podría ser coser y cantar gracias a descubrimientos como estas pastillas inteligentes, liberadas del estómago al torrente sanguíneo y programadas para descargarse cuando sea preciso

En 2o19 442 millones de adultos tenían diabetes, lo que equivale a una de cada once personas. Se trata de una enfermedad que puede causar complicaciones en muchas partes del cuerpo e incrementar el riesgo de muerte prematura. Aparece cuando el organismo no usa de forma eficaz la insulina o cuando el páncreas no segrega la cantidad suficiente de esta hormona.

Las inyecciones diarias de insulina son una molestia para los cientos de millones de personas con diabetes, y un equipo de la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi parece haber dado con la solución. El método innovador que han desarrollado permitirá empaquetar la insulina en cápsulas capaces de sobrevivir desde el estómago al torrente sanguíneo y liberar su carga cuando sea preciso.

El problema principal que presenta un sistema de esta índole es la fragilidad de la propia insulina, ya que esta frágil molécula se degrada rápidamente en el estómago antes de que pueda hacer su magia. El desafío para la ciencia era lograr que llegue hasta la sangre: para ello, estos investigadores inventaron lo que han dado en llamar nanopartículas de estructura orgánica covalente ligadas a imina gastrorresistentes (nCOF).

Estas cápsulas cargan insulina entre nanoláminas que la protegen del ambiente hostil del estómago y luego se abren camino hacia el torrente sanguíneo a través de la barrera intestinal. Una vez en la sangre es posible monitorizar de forma automática los niveles de insulina de su portador y liberar el fármaco cuando sea preciso.

El funcionamiento es sumamente inteligente: la glucosa es una molécula pequeña que puede pasar a través de los poros del nCOF, por lo que a medida que aumentan los niveles, se verá forzada dentro de las nanopartículas, liberando progresivamente la insulina contenida en el interior. Eso también funciona al revés, por lo que la liberación de insulina también se ralentiza cuando los niveles de glucosa en sangre vuelven a caer.

“Esta tecnología responde rápidamente a una elevación del azúcar en sangre, pero se apagará rápidamente para prevenir una sobredosis de insulina y mejorará drásticamente el bienestar de los pacientes diabéticos”, dice Farah Benyettou, autora principal del estudio.

Hasta el momento las pruebas realizadas en laboratorio con ratas permitieron que los niveles de glucosa con animales volvieran a la normalidad en las dos horas posteriores a la ingestión de las nanopartículas. Se precisa más trabajo para cerciorarse de que estos beneficios se trasladan a los seres humanos.

Aunque existen otros métodos para administrar insulina oral -incluso directamente con microagujas que inyectan la sustancia a través de la pared intestinal-, el sistema nCOF tendría importantes ventajas de ver finalmente la luz: es el primer método que desencadena la inyección de insulina a partir de la hiperglucemia y además, estas cápsulas tienen una alta capacidad de insulina, de alrededor del 65% en peso.

La investigación completa ha sido publicada en la revista Chemical Science.

Fuente: ticbeat.com