Escamas de pez: la revolucionaria técnica que recupera la piel de las quemaduras

Los momentos de crisis siempre generan respuestas ingeniosas (y muchas veces correctas). Eso le sucedió a Maria Ines Candido da Silva, una brasilera de 36 años, quien sufrió severas quemaduras en todo su cuerpo, cuando se produjo una gran explosión en el restaurante en el que trabajaba como camarera.

Cuando llegó al hospital público su cuadro era muy severo. Había poco por hacer y el mal momento económico de la institución tampoco generaba muchas expectativas para ella, hasta que un profesional sugirió implementar una técnica nueva, en desarrollo, que estaban probando unos investigadores brasileños.

Así, Candido da Silva, se convirtió en la mujer pescado durante 20 semanas. Los profesionales habían aplicado sobre su cuerpo las escamas de la tilapia del Nilo, un grupo de peces de origen africano, que habitan mayoritariamente en regiones tropicales, que puede vivir tanto en agua salada como dulce. El pez llegó a Brasil durante los años setenta, especialmente al estado de Ceará, donde se realizan las investigaciones.

Hoy es un pescado muy popular en la alimentación brasileña, aunque también puede encontrarse en otros países latinoamericanos como México, Ecuador, Costa Rica y Honduras, uno de los líderes mundiales en su producción controlada y exportación.

Luego del caso de Candido da Silva siguieron más de 60 personas que fueron tratadas con la epidermis del animal, todos con resultados más que positivos, debido a su riqueza de colágeno. La preparación del tratamiento no es sencilla: para usar el tilapia hay que limpiar el pescado y cortarlo en cuatro rebanadas de 20 centímetros cada una. Después, debe permanecer congelado durante dos años antes de colocarlo sobre la piel humana con un vendaje y dejarlo ahí por el tiempo necesario, según el caso.

“La piel funciona como un tampón, evitando la contaminación, la pérdida de líquidos. No tiene que cambiarse diariamente, como ocurre con vendajes, y además reduce el dolor, el tiempo de tratamiento y los costos”, comentó a ABC el cirujano plástico Edmar Maciel, director del Instituto de Apoyo al Quemado de Fortaleza (IAQ).

La técnica fue descubierta por el también médico brasilero Marcelo Borges, de Pernambuco, quien al constatar que el 99% de la piel de la tilapia se desperdiciaba y el resto se usaba en artesanía, decidió llevar adelante un convenio para recuperar este producto natural tan preciado. Así, Borges y Maciel, junto a otros 60 investigadores, comenzaron a ahondar en las propiedades de la tilapia, con el apoyo del IAQ, de la Universidad Federal de Ceará (UFC), del Núcleo de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (NPDM), el hospital público Instituto José Frota y la empresa energética Enel, que financia las investigaciones.

Hasta el descubrimiento de esta técnica, Brasil estaba atrasado “por lo menos 50 años en el tratamiento de quemaduras” -dijo Borges-, ya que utilizaba pomada sulfadiazina de plata, “que causa dolor, es incómoda, y no se usa más ni en Estados Unidos ni en Europa, donde se usa piel humana o de cerdo y rana”. Hoy, en cambio, Brasil está al frente del mundo en este tipo de cura heteróloga, con piel animal, que aún espera aprobación de la agencia nacional de sanidad.

“La piel de tilapia es superior a la del cerdo o de la rana, porque tiene colágeno tipo 1 semejante al de la piel humana, resistencia a tracción, lo que quiere decir que no se rompe cuando se tensiona, y buena humedad. Esos son los tres factores más importantes para una buena cicatrización de la piel”, dijo Maciel.

Pero este no sería el único beneficio de las escamas de tilapia. Maciel explicó: “Ya la usamos en todos los tipos de quemaduras, pero estamos usando este método en otras áreas, como la ginecológica. Realizamos tratamientos con éxito en casos de mujeres que nacieron sin vagina y descubrimos que podemos usar la piel en innumerables áreas”.

Fuente: infobae.com