El VIH oculto en las células de los pacientes ahora puede medirse con precisión

Investigadores ahora pueden contar de forma rápida y precisa una forma oculta e inactiva del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que se esconde en las células de los pacientes. Esta versión del VIH se codifica en las células y puede persistir a pesar del tratamiento exitoso.

Usando una nueva técnica genética desarrollada por el investigador del Instituto Médico Howard Hughes, en Chevy Chase, Maryland, Estados Unidos, Robert Siliciano y sus colegas, los científicos finalmente podrán medir la cantidad de esta forma viral que se esconde en el cuerpo, una parte crucial de la evaluación de la efectividad de los nuevos tratamientos, según Siliciano.

Las herramientas anteriores sobreestimaron el número de esta forma de VIH de 10 a 100 veces, ocultando potencialmente las disminuciones significativas producidas por las terapias experimentales, según informa el equipo este miércoles en la revista ‘Nature’. “Todavía podemos estar muy lejos de una cura –dice–, pero ahora al menos podemos medir nuestro progreso”.

La terapia actual contra el VIH involucra combinaciones de medicamentos antirretrovirales, cada uno de los cuales inhibe una etapa específica del ciclo de vida del VIH. Cuando el fármaco es uno de los siguientes, el virus no se puede replicar y su presencia en el torrente sanguíneo cae por debajo de los límites de detección. Esto alivia los síntomas de los pacientes y los mantiene saludables durante décadas. Pero el virus se adhiere alrededor del cuerpo, en una forma latente que es difícil de detectar, y de contar. Las instrucciones genéticas del VIH, o plantilla, permanecen integradas dentro del genoma de ciertas células.

El VIH infecta exclusivamente las células inmunes llamadas células CD4. Un subconjunto de ellas rutinariamente se convierte en un registro de agentes infecciosos conocidos. Estas células persisten indefinidamente, pero su persistencia tiene un inconveniente: pueden, sin saberlo, salvaguardar las instrucciones para fabricar el VIH. Una vez que las células se “despiertan”, estas plantillas virales vuelven a la acción y crean virus. Por lo tanto, los pacientes infectados con el VIH deben permanecer bajo terapia antirretroviral para siempre, a menos que los científicos puedan descubrir cómo destruir este llamado “reservorio latente” del VIH.

Seguimiento del progreso del reservorio viral

El primer paso es determinar cómo de grande es en cada paciente, de modo que los investigadores puedan realizar un seguimiento de su progreso y reducirlo. Pero ese ha sido un desafío serio, dice Siliciano, investigador del VIH en la Universidad Johns Hopkins. Cuando él y los miembros de su laboratorio demostraron por primera vez la existencia del reservorio latente en 1995, lo hicieron utilizando una técnica que denominaron ensayos cuantitativos de crecimiento viral cuantitativo (QVOA, por sus siglas en inglés).

El método involucra el crecimiento de células infectadas con VIH en el laboratorio, lo cual es difícil y requiere términos completos. Para evitar esos problemas, la mayoría de los científicos emplean un enfoque genético que está presente en las células CD4. El problema, según Siliciano, es que el 98 por ciento de los libros de instrucciones sobre el VIH son tan defectuosos que son inofensivos, por lo que el método sobreestima los problemas que son importantes para la salud del paciente.

En su lugar, el equipo de Siliciano diseñó una reacción de PCR que puede distinguir entre plantillas virales defectuosas e intactas, utilizando sondas fluorescentes en dos colores diferentes. Las sondas se dirigen a áreas propensas a mutaciones que pueden causar defectos, y una lectura de color indica si las instrucciones de VIH son defectuosas o no.

Eso significa que los científicos pueden usar la técnica para evaluar el tratamiento del VIH, es decir, que está afectando a la cantidad de VIH que vive. “Durante décadas, el campo ha estado pidiendo una medida precisa de estas plantillas virales ocultas –dice Siliciano–. Ahora, tenemos una buena manera de saber si estamos haciendo mella en sus números”.

Fuente: infosalus.com