Salvar al delfín jorobado del Atlántico con tecnología acústica

Loro Parque Fundación trabaja en la costa africana recogiendo datos para analizar el estado actual de esta especie al borde de la extinción

Aplicar las nuevas tecnologías a la conservación de las especies es una de las líneas de trabajo más importantes que lleva a cabo Loro Parque Fundación a lo largo de estos años. En esta ocasión, el delfín jorobado del Atlántico es el objeto de estudio en un proyecto donde el sonido en el mar se convierte en una herramienta vital para el análisis de datos. En pasados días se ha estado llevando a cabo un censo y estudio de los datos acústicos recogidos por un grabador (hidrófono) que ha estado detectando los sonidos submarinos en Senegal durante seis meses y así comparar con resultados anteriores y poder estudiar la evolución que está sufriendo este amenazado delfín a lo largo del tiempo.

En declaraciones a COPE CANARIAS el director de Loro Parque Fundación, Javier Almunia, explicó que en el mar “en las mejores condiciones no vemos más allá de 20 o 25 metros sin embargo, el sonido puede viajar miles de metros o kilómetros ofreciendo una perspectiva mucho más interesante especialmente en el caso de esta especie (el delfín jorobado) que vive en las aguas del delta de un río donde se mezcla el agua del río con la del mar y es un agua turbia donde todavía hay muchas menos posibilidades de verlos a simple vista”.

Una especie amenazada que se ahoga en las redes de pesca

El delfín jorobado del Atlántico es una de las dos especies de delfines que se considera al borde de la extinción. Se sabe que originalmente habitaba en toda la costa atlántica africana, desde Sudáfrica hasta Mauritania, pero actualmente se ha ido reduciendo mucho su población y se cree que pueden quedar unos tres mil ejemplares, sobre todo, según expuso Almunia, porque es un delfín que vive muy cerca de la costa, “son aguas someras y hay mucha captura accidental, quedan enredados accidentalmente en redes de pesca y se ahogan”. Se estima que unos 300 mil delfines mueren enredados en las redes de pesca alrededor del mundo.

Debido a esta reducción crítica, Loro Parque Fundación comenzó a financiar un proyecto para intentar evaluar la situación de la especie. Para ello se ha instalado un hidrófono que durante seis meses ha estado grabando todo lo que ocurre en una de las zonas donde habita esta especie. Estos cetáceos, especialmente por las aguas tan turbias en las que hacen su vida, dependen de la ecolocalización para capturar sus presas. Como explicó el director de la Fundación, “emiten unos chasquidos (clicks) y el eco que devuelve el pez les ayuda a localizarlo y poder alimentarse, como una especie de sonar”. Javier Almunia contó que ahora el reto complicado es identificar los clicks específicos de los delfines jorobados y diferenciarlos de los delfines comunes y saber, por ejemplo, cuántos hay en la zona.

Desafortunadamente, es complicado trabajar con las comunidades de la zona en la concienciación ya que en estos países, debido a sus problemas de desarrollo, la población tiene problemas para conseguir proteínas y cuando encuentran un delfín en vez de salvarlo muchas veces lo utilizan como alimento. “Así que es complicado trabajar con las comunidades y concienciarles de que es muy importante proteger la especie. Incluso en otros lugares del mundo si salvan el delfín se les premia a quien los salva con la misma cantidad de proteínas que si se hubieran comido el delfín”, comentó Almunia.

En este momento hay colocados dos hidrófonos en Senegal en las zonas donde se sabe que habitan los delfines jorobados, la idea es ir colocando más en otros países de la costa atlántica africana según vaya desarrollándose el proyecto.

Fuente: cope.es