Un nuevo estudio muestra cómo las aves trabajan para cantar en coro
Un nuevo artículo publicado en Behavioral Ecology arroja que los pájaros cantores pueden coordinarse en grupo tanto vocalmente como visualmente para mejorar las respuestas de sus compañeros de canto.
En muchos animales que viven en grupo, los pares cantan juntos para defender los recursos, pero tales señales pueden ser mucho más complejas que las del estímulo acústico por sí mismo.
Experimentos con aves robotizadas han revelado que la coordinación de los componentes vocales y visuales de la pantalla audiovisual australiana realza las respuestas del receptor a esta señal compleja, o sea, no solo cantan juntos, también bailan.
Los ratona de nuca rufa, o Campylorhynchus rufinucha, por ejemplo, combinan múltiples tipos de canciones y movimientos corporales de forma coordinada. Los investigadores han sugerido que movimientos como estos pueden mejorar la coordinación vocal dentro de un par.
Este artículo utilizó la robótica para analizar la coordinación en los dúos de la alondra-urraca australiana Grallina cyanoleuca, mediante un par de modelos robóticos. Los modelos robóticos usaban pieles taxidérmicas, por lo que el color, el patrón y la textura de la superficie eran realistas, como la reproducción del dúo vocal y movimientos de las alas. Se comprobó que la coordinación audiovisual mejora las respuestas del receptor durante las interacciones en esta especie.
El estudio realizó tres experimentos con dos modelos cada uno para probar cómo las alondras de urraca responden a duetos coordinados acústica y visualmente entre animales y audiovisualmente dentro de un animal. La reacción se midió por el número de canciones y volando hacia los robots por el hombre y la mujer.
Cada experimento involucró los mismos doce pares de aves, con al menos cuatro días entre experimentos consecutivos con un par. Los experimentos consistieron en dos tratamientos llevados a cabo el mismo día con un par. Tal esquema apunta a la máxima precisión de las comparaciones de animales.
Los resultados indicaron que las alondras de la urraca respondieron de manera diferente a los dúos coordinados y descoordinados. Tanto machos como hembras empezaron más canciones en respuesta a llamados totalmente coordinados que a otros que no estaban coordinados, lo que sugiere que la coordinación completa creó la señal más fuerte.
En general, las mujeres iniciaron menos canciones que los hombres. De manera similar a las iniciaciones de canciones, los pares produjeron más dúos y tenían más probabilidades de volar hacia las aves modelo en respuesta a canciones coordinados que a las descoordinadas.
«La multimodalidad de señales puede ser beneficiosa tanto para el señalizador como para el receptor porque hay muchas maneras en que un componente de señal puede mejorar la eficacia del otro», dijo el autor del artículo, Paweł Ręk. «El problema aparece cuando los componentes de la señal son no alineado en el tiempo porque el desajuste crea ilusiones y conflictos desde la perspectiva del receptor. La coordinación multimodal dentro de los individuos se ha estudiado durante muchos años, pero se trata de señales con componentes mecánicamente restringidos. Este estudio muestra que también es importante en las especies de señalización cooperativa, en las que la coordinación no es un efecto de una restricción física, sino la motivación y la experiencia de los socios».
Fuente: nmas1.org