Las abejas macho eyaculan hasta morir en temporadas de calor extremo

Durante las olas de calor, las abejas macho tienen una extraña muerte: expulsan su órgano sexual como si hubieran explotado

Investigadores de la Universidad de Columbia Británica (UBC) han observado que las abejas macho —también conocidas como zánganos— no solo eyaculan durante el sexo, sino también en sus últimos momentos de vida cuando son sofocadas por el calor extremo.

“Cuando los zánganos mueren por conmoción, eyaculan espontáneamente”, sostiene Alison McAfee, becaria posdoctoral de la UBC, quien estudia la salud de estos animales ante distintos factores como el frío, el calor o los pesticidas.

El pene de los zánganos (endófalo) siempre se mantiene escondido en su abdomen y se revierte hacia afuera durante la copulación con las abejas reina. Pero, de acuerdo con las observaciones de varios apicultores de Canadá, en las olas de calor como la ocurrida en 2021 también sucede lo mismo y luce como si el animal hubiese explotado desde dentro.

Solo basta que estén expuestas seis horas a 42° C para que la mitad de los zánganos mueran. “Los más sensibles comienzan a perecer a las dos o tres horas. Esa es una temperatura que normalmente no deberían experimentar, pero estábamos viendo zánganos estresados hasta el punto de morir”, dice McAfee.

Según la investigadora, la mortandad de las abejas macho pueden ser indicadores del sutil cambio climático, pero también representa una amenaza para su propia especie y el rédito económico que se obtiene de ellos.

Al haber menos zánganos, las hembras tienen menos opciones con quien aparearse, por lo que resultará en una menor diversidad genética que puede resultar perjudicial para la resistencia a las enfermedades y otros factores de riesgo.

¿Cómo evitar que los zánganos mueran por calor?

McAfee y su equipo idearon dos opciones para evitar que las abejas macho mueran sofocadas durante las olas de calor.

Por un lado, proponen una especie de bebedero de jarabe de azúcar que sirva como estación de enfriamiento.

En palabras de McAfee, “las abejas buscarán naturalmente agua para llevarla a la colmena y la abanicarán con sus alas para que se enfríe, lo que logra un enfriamiento por evaporación muy parecido al que hacemos cuando sudamos. Darles jarabe cerca debería permitirles hacer lo mismo, y el azúcar que contiene los motiva a tomarlo más rápido”.

Otra opción es cubrir de poliestireno las colmenas durante las olas de calor, para que estas se mantengan temperadas y estables.

Fuente: larepublica.pe