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Existe un vínculo sorprendente entre terremotos y ciclo del carbono

Evidencias de un vínculo sorprendente entre los terremotos y el ciclo del carbono han sido reveladas al cuantificar el volumen de sedimentos marinos removidos en el fuerte terremoto de Japón de 2011.

Un equipo internacional liderado por geólogos de la Universidad de Innsbruck ha podido cuantificar por primera vez el volumen total de sedimentos marinos rremovidos por el sismo de magnitud 9 de Tohoku-oki –cuyo tsunami produjo la catástrofe nuclear de Fukushima– y acabaron en la Fosa de Japón, de hasta 8.000 metros de profundidad.

El análisis de muestras y datos recopilados durante varias expediciones de investigación entre 2012 y 2016, junto con las mediciones del contenido de carbono, permitieron estimar que una masa total de carbono de más de 1 Tg (1 teragramo = 1 millón de toneladas), fue activada por un solo evento tectónico y transportada a estas profundidades de agua.

«Los resultados nos sorprendieron a nosotros y a nuestros colegas», dijo Tobias Schwestermann, candidato a doctorado en el Departamento de Geología de la Universidad de Innsbruck. «Esto es mucho más alto de lo esperado debido a los flujos de carbono observados en otros sistemas de fosas profundas en todo el mundo», continúa Schwestermann.

Otro ejemplo ilustra claramente la extensión del resultado: el Ganges-Brahmaputra, uno de los sistemas fluviales más grandes del mundo, transporta aproximadamente 4 Tg de carbono por año al océano. El hecho de que un solo evento tectónico pueda causar alrededor de una cuarta parte de este flujo de carbono, lo que implica un potencial significado global, y resalta la importancia del ciclo del carbono en las profundidades marinas.

«Los resultados muestran que cuando hablamos sobre el ciclo global del carbono, también tenemos que pensar en las fosas más profundas y menos exploradas de los océanos de nuestro mundo en el futuro», dice en un comunicado Michael Strasser, profesor del Departamento de Geología.

En todo el mundo, solo hay dieciséis regiones con profundidades de agua de más de 6.000 metros. «En general, se puede decir que el mar profundo está incluso menos explorado que la Luna. Esto es exactamente lo que nos fascina», dice Arata Kioka, postdoctorado en el Departamento de Geología.

Fuente: europapress.es