Conoce al fascinante pez hermafrodita mexicano

Un reciente descubrimiento ha registrado un cambio de sexo de hembra a macho en el pez almirante mexicano, un pez que vive en lagunas estacionales

El reino animal presenta una gran diversidad de expresiones sexuales, y entre ellas, destacan los distintos tipos de hermafroditismo. Además del más conocido, el hermafoditismo simultáneo, en el cual un mismo individuo presenta órganos sexuales masculinos y femeninos funcionales de forma simultánea, también existen numerosas especies que tienen un hermafroditismo secuencial.

En este segundo tipo, el organismo tiene la capacidad de cambiar de sexo a lo largo de su vida. Criaturas macho durante su juventud, en algún momento se transforman en hembras —proceso denominado protoandria—, o viceversa —protoginia, como los dinosaurios de Jurassic Park—.

Los peces hermafroditas

Entre los peces teleósteos —peces con esqueleto óseo— el hermafroditismo secuencial ha evolucionado repetidas veces en diferentes grupos, y en cada caso, las condiciones para que suceda pueden ser distintas. El ejemplo más conocido es el del pez payaso, donde un clan de machos jóvenes está dominado por una sola hembra, y cuando ella muere, el mayor cambia de sexo y adquiere su nuevo rol.

En otras especies de peces, el cambio de sexo sucede por otros motivos, pueden ser ambientales, como en casos en que el desencadenante es demográfico —por ejemplo, como respuesta a un entorno de sexo único— o por la temperatura; o la contaminación; o pueden depender de un determinismo biológico del propio individuo, por ejemplo, que el cambio suceda a una edad específica.

Sin embargo, aún hay muchas especies de peces en las que este tipo de comportamientos aún está por descubrir.

El pez almirante mexicano

En el año 1974, en los estados de Oaxaca y Veracruz, se descubrió una especie nueva de pez, Millerichthys robustus, originalmente clasificado en el género Rivulus, y llamado coloquialmente ‘pez almirante mexicano’, la única especie de su género. Es un pez de pequeño tamaño —no más de 4 o 5 centímetros de longitud— de la familia Cynolebiidae, ovíparo, y con un comportamiento marcado fuertemente por las estaciones.

Estos peces viven en lagunas estacionales, es decir, en entornos que se inundan durante la estación de lluvias, y permanecen secos el resto del año. Este tipo de ambiente obliga a los peces a desarrollar todo su ciclo vital, desde la eclosión hasta la reproducción, mientras la laguna está llena.

Un ciclo de vida peculiar

En un entorno tan hostil, los animales adquieren adaptaciones evolutivas que en ocasiones nos parecen sorprendentes. Cuando comienza la estación de lluvias, los peces crecen a una tasa inusualmente rápida, maduran sexualmente muy temprano y se reproducen de forma continua, hasta que se seca la laguna, y mueren.

Es en esta fase en la que los embriones, que poseen estructuras protectoras contra la sequía, entran en un estado de latencia, denominado diapausa, que les permite esperar hasta que lleguen las lluvias. Algo que supuso un gran hallazgo en el año 2017: hasta donde sabemos, es la única especie de pez de Norteamérica que vive de este modo tan peculiar.

Es decir, que cada nuevo año, en cada nueva época de lluvias, se da una nueva generación de peces.

El pez anual hermafrodita

En peces con ciclos de vida de varios años parece una buena adaptación que los jóvenes tengan un sexo distinto a aquellos que tienen más tiempo, como en el pez payaso. La presencia de múltiples machos jóvenes está garantizada, y cuando falta la hembra, el proceso facilita su sustitución, manteniendo la población y aumentando la variabilidad genética de la descendencia.

Pero en un pez como el almirante mexicano, anual, con un ciclo de vida tan rápido, y en unas condiciones tan extremas, parece antiintuitivo asumir que pueda tener un hermafroditismo secuencial. Los peces necesitan reproducirse lo más rápido posible antes de que la laguna se seque, y el tiempo que tarda en producirse la transición es tiempo perdido sin reproducirse.

Sin embargo, un equipo de investigación liderado por el Dr. Omar Domínguez-Castanedo, de la Asociación Mexicana para el Estudio y Conservación de Cyprinodontiformes, detectó ejemplares adultos con una coloración y un sistema gonadal intersexual, es decir, en un estado intermedio entre el femenino y el masculino. En el estudio subsiguiente, descubrieron que el pez almirante mexicano tiene, en efecto, hermafroditismo secuencial, concretamente protoginia —es decir, cambio de hembra a macho—.

Tal y como aparece en la reciente publicación en la revista científica Scientific Reports, dependiente de la prestigiosa Nature, este evento de cambio de sexo se produce en un contexto social de mayoría de hembras, a causa de la competencia entre ellas e inducido por la agresión física.

Los resultados de esta investigación sugieren que cuando las probabilidades de reproducirse son bajas, debido al entorno competitivo, la hembra menos apta para conseguir pareja reproductiva cambia de sexo, probablemente con el fin de tener un mayor éxito biológico como macho.

Los primeros signos de cambio de sexo se observaron cuando los peces tenían solo 23 días de edad, y con 75 días ya eran machos plenamente funcionales. Cambios muy rápidos, acordes al acelerado ritmo de crecimiento de estos animales.

Es la primera vez que se observa un hermafroditismo de este tipo en un cyprinodontiforme anual. Este descubrimiento puede abrir nuevas puertas de investigación sobre esta fascinante adaptación evolutiva.

Este artículo ha sido revisado por el Dr. Omar Domínguez-Castanedo

Fuente: muyinteresante.es