Chinches acuáticas gigantes devoran vivas a ranas y serpientes con una picadura que inyecta ácido

Tal y como cuentan los investigadores en una reciente publicación de Entomological Science, unos pequeños insectos acuáticos pasan por ser de los más mortíferos de la naturaleza, capaces de devorar ranas, tortugas e incluso serpiente venenosas. Se trata de chinches.

Aunque obviamente, no unos chinches ordinarios. Se trata del chinche acuático gigante, entre ellos el Lethocerus grandis y Lethocerus maximus, insectos que a primera vista no parecen ser capaces de gran cosa.

El autor principal del estudio, Shin-ya Ohba, de la Universidad de Nagasaki (Japón), se había quedado prendado de ellos desde pequeño. Así que hace unos años se puso a investigar de qué eran capaces.

Lo que descubrió fue podían devorar criaturas hasta diez veces su tamaño. Son “depredadores que se quedan quietos y esperan”, cuenta Charles Swart a National Geographic, profesor del Trinity College y experto en estos insectos:

Estos chinches adoptan una posición, se aferran a una planta en el agua y atrapan e intentan devorar cualquier cosa que se mueva.

Las más grandes de las 150 especies existentes, Lethocerus grandis y Lethocerus maximus, tienen un apetito insaciable. Ohba cuenta que los insectos son extremadamente poderosos a pesar de su pequeño tamaño. y casi toda la fuerza radica en sus patas.

Al parecer, una vez que la presa está a su alcance, los depredadores aprietan rápidamente sus patas delanteras, “similares a las de Popeye”, cuenta Ohba, y agarran a la criatura con las otras patas. Luego, perforan a la presa con una probóscide parecida a una daga, inyectando enzimas y posiblemente toxinas (no está claro de qué están compuestas) en las víctimas. Según Swart:

Descomponen el tejido de la presa y, a continuación, lo absorben. En presas más grandes pueden tardar horas y la víctima puede parecer con vida durante parte de este período.

Por cierto, aunque parezcan terroríficas, como prácticamente todas las especies, son fundamentales para mantener un ecosistema sano. Como finaliza Ohba, “podemos conservar ecosistemas enteros a través de la conservación de las chinches acuáticas gigantes”.

Fuente: es.gizmodo.com