6 mitos sobre los murciélagos

Los murciélagos tienen mala reputación con los humanos, así que decidimos esclarecer algunos mitos sobre el único mamífero volador del mundo.

Para empezar, no son seres nefastos como suelen representarlos muchas culturas de todo el mundo, dijo Rob Mies, director ejecutivo de la Organización para la Conservación de los Murciélagos, con sede en Michigan.

De hecho, Mies asegura que son muy altruistas y se sabe que comparten su alimento con otros murciélagos. Por ejemplo, los murciélagos vampiro regurgitan sangre para los congéneres que no pudieron alimentarse.

National Geographic entrevistó a Mies para acabar con algunas de las leyendas más persistentes sobre los quirópteros. Esto es lo que averiguamos.

1. No quieren chuparte la sangre

Los murciélagos vampiro solo pesan alrededor de 50 gramos, y aunque estos mamíferos voladores, presentes desde el norte de México hacia América Central y del Sur, ocasionalmente muerden a las personas, se alimentan sobre todo del ganado, y lo hacen de una manera que Mies compara con los mosquitos.

“Lamen el equivalente a una cucharada de sangre, y su saliva tiene una enzima anticoagulante que mantiene el flujo de sangre”, dijo Mies.

Esa enzima, que se está utilizando para desarrollar un medicamento anticoagulante, tiene un nombre que te va a encantar: draculina.

2. No son ciegos

Este mito es especialmente falso: los murciélagos más grandes de muchas regiones de África y Asia denominados macroquirópteros “pueden ver tres veces mejor que los humanos”, aseguró Mies.

Además, son maestros sensoriales: las enormes orejas de numerosas especies de murciélagos pequeños llamados microquirópteros, les confieren la capacidad de ecolocalización; es decir, emiten ondas de sonido que rebotan en los objetos y que son captadas por sus orejas, como un radar natural.

3. No se quedan enredados en tu cabello

Tal vez, por la forma como vuelan, dan la impresión de que van a atacar tu cabeza.

Los murciélagos cuelgan de sus perchas, de modo que estos pequeños voladores necesitan caer para “obtener cierto impulso y empezar a aletear”, explica Mies.

Es por eso que dan la impresión de que se lanzan hacia ti, pero no es así.

“No existe un solo murciélago que haga nido como las aves”, añade Mies, y menos aún en tu pelo.

4. Los murciélagos son muy importantes

A Mies no le importa que pienses que los murciélagos son ciegos o que tienen una manía con el pelo, pero “cuando la gente cree que los murciélagos nada valen, eso es un problema grave”.

Por ejemplo, “los murciélagos son uno de los dispersores de semillas críticos para regenerar un bosque tropical saludable”, informa.

Cuando los murciélagos frugívoros -aquellos que se alimentan predominantemente de frutas- comen, dispersan las semillas de dichas frutas a través del guano, término elegante que designa al excremento de murciélago. Un estudio de 1999 demostró que 300 especies de plantas dependen de los murciélagos frugívoros del Viejo Mundo para diseminarse, y que esos murciélagos “tienen el potencial de dispersar semillas a cientos de kilómetros”.

¿Te gustan los plátanos? ¿Los aguacates? ¿Una buena “margarita”? Agradece al murciélago. Igual que las abejas, los murciélagos son polinizadores, dijo Mies, y el Servicio Forestal de Estados Unidos agregó que los murciélagos son los responsables de polinizar 300 frutos además del agave, que se utiliza para producir tequila. ¡Brindemos por ellos!

Por último, el Centro para la Diversidad Biológica señala que los murciélagos proporcionan “servicios de control de plagas no tóxicos por un total de 3.7 mil millones a 53 mil millones de dólares anuales”, ya que cada animalito engulle un par de miles de bichos en una sola noche.

“Es impresionante la importancia económica que tienen para nosotros”, afirma Mies.

5. Muy pocos murciélagos tienen rabia

Tanto la Organización para la Conservación de los Murciélagos como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos informan que, de los murciélagos capturados para realizar pruebas, solo 5 a 6 por ciento resultaron positivos para rabia.

Como los quirópteros enfermos son más susceptibles de captura, es muy probable que el porcentaje sea más bajo en la población total de murciélagos.

Dicho esto, no manipules murciélagos a menos que sea necesario, y lo mismo aplica a cualquier animal silvestre.

6. Los murciélagos no son un enemigo perverso

Todo lo contrario. Los murciélagos tienen un enemigo implacable: el síndrome de la nariz blanca.

Este hongo, que se desarrolla en el frío, afecta a los murciélagos de Estados Unidos cuando están hibernando y ocasiona que consuman su grasa corporal al extremo de morir de hambre antes que termine el invierno, explica Mies.

Según la Organización para la Conservación de los Murciélagos, desde 2006, el síndrome de la nariz blanca ha matado 5.7 millones de murciélagos en el noreste de Estados Unidos.

Una manera de ayudar a los quirópteros es instalando una “casa para murciélagos”: así tendrán un lugar donde vivir, y jamás tendrás que volver a usar un repelente contra mosquitos.

Fuente: ngenespanol.com