Con la Supernova 1987A se confirmó que el polvo del universo es producto de estos objetos cósmicos: Dany Page
De acuerdo con el astrónomo, esta supernova se ubica en la Gran Nube de Magallanes, a 165 mil años luz de la Tierra, en la nebulosa de la Tarántula y fue la primera vez que se pudo ver una estrella antes de desaparecer
En febrero de 1987 se observó la explosión de la supernova 1987A, considerada la más estudiada de toda la historia debido a que fue la primera supernova visible al ojo humano en siglos, después de que el astrónomo Johannes Kepler observara una en 1604. El investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, Dany Page, se refirió al hallazgo de este objeto cósmico, a sus características e importancia al participar en el ciclo Noticias del Cosmos, que coordinan los colegiados Susana Lizano y Luis Felipe Rodríguez Jorge.
La conferencia, que tuvo por título Como un collar de perlas: la supernova 1987A, se transmitió en vivo el 7 de diciembre, a través de las plataformas digitales de El Colegio Nacional. El doctor en física por la Universidad Estatal de Nueva York de Stony Brook, explicó que las estrellas se forman en nubes de gas y polvo que se contraen, lo que genera un aumento de temperatura en su centro y reacciones nucleares que dan origen a su nacimiento.
“Las estrellas que empiezan con baja masa, menos de ocho masas solares, van a tener una evolución propia. Primero se vuelven una gigante roja y cuando mueren producen una nebulosa planetaria y dejan como cadáver lo que se llama enana bronca. Una enana bronca tiene el tamaño de la Tierra, pero una masa comparable a la del Sol. Termina su vida inflándose enormemente y un día explota, y el remanente va a ser una estrella de neutrones o un agujero negro según la masa de la estrella.”
De acuerdo con el investigador, a lo largo de su vida una estrella fusiona elementos, su primera fuente de energía es el helio, después fusiona tres núcleos de helio y produce carbono, luego fusiona carbono con helio y genera oxígeno. Para comprender un poco más sobre las etapas que intervienen en la formación de estos objetos celestes, existe un concepto que se conoce como la espiral de combustión nuclear.
El astrónomo lo explicó de la siguiente manera, visualice una espiral en donde la punta se encuentre el hidrógeno, esta parte representa la primera etapa de vida de una estrella con dimensión de 25 masas solares y dura 7 millones de años; después vendrá la segunda etapa en la que fusiona helio con carbono con duración de 600 años; la tercera será la generación de neón que tarda seis años, luego la de oxígeno que dura seis meses y su última etapa, la fusión de silicio para producir fierro, le lleva apenas 24 horas. Cuando se produce fierro ya no hay manera de extraer energía y la estrella colapsa, es justo en ese momento en el que se genera una supernova.
“A la fecha se han detectado más de 70 mil de estas supernovas esencialmente en galaxias muy lejanas. El 23 de febrero de 1987, Ian Shelton observó una mancha al revelar una fotografía del Observatorio de las Campanas, en Chile, se trataba de la supernova 1987A, que alcanzó su brillo máximo en marzo de 1987, su luminosidad era la de 100 millones de soles y fue la primera supernova visible al ojo en siglos.”
Esta supernova se ubica en la Gran Nube de Magallanes, a 165 mil años luz de la Tierra, en la nebulosa de la tarántula, se trata de una de las galaxias más estudiada y fue la primera vez que se pudo ver una estrella antes de desaparecer.
“El collar de perlas son los anillos que se iluminan alrededor de este objeto cósmico por la radiación de la luz que genera. Se piensa que esta estrella tuvo una masa inicial de 20 veces la masa del Sol, pero perdió cinco veces de masas solares en vientos, las dimensiones son grandes, el anillo central tiene aproximadamente dos años luz de diámetro y los anillos externos como seis años luz. La explosión ocurrió en 1987. Con la explosión lo que quedaba de la estrella se inyectó en el espacio a una velocidad de 40 mil kilómetros por segundo. Y ocho años después el material de la explosión se pegó a su anillo estelar. En 2006 se llenó de burbujas de material producto de la explosión.”
El científico, originario de Suecia, recordó que Carl Sagan decía que los seres humanos son polvos de estrellas. Es en estas etapas de formación de una supernova en las que se genera el polvo estelar, hay aproximadamente 200 mil masas terrestres de polvo de carbono, oxígeno, neón y demás elementos. “Parte del polvo que vemos en el Universo viene de supernovas, y este hallazgo fue la confirmación de eso, con él pudimos observar ese polvo.”
“Es la primera vez en siglos que tenemos una supernova cercana para estudiarla con detalle. En la supernova 1987A hay una distancia cercana a la de un año luz entre el centro de la explosión y el anillo que la rodea, y se empezó a iluminar 8 años después del estallido. El polvo que genera impide ver lo que hay adentro, se piensa que, en su interior, detrás de todo ese polvo, hay una estrella de neutrones.”
De acuerdo con el experto en el comportamiento de materia ultra-densa, las estrellas de neutrones son las más exóticas y peculiares que existen, tienen un diámetro de 25 kilómetros, casi como el tamaño de un cometa o un asteroide, pero cuentan con una masa de entre una y dos veces la masa de Sol y alcanza densidades de mil millones de toneladas por centímetro cúbico. Son las más altas densidades que existen en el Universo y están al límite de formar un agujero negro. La superficie de una estrella de neutrones está compuesta por una atmósfera gaseosa con 10 cm de espesor, una capa delgada y la presión es tal que el gas se vuelve líquido, tiene una corteza metálica de un kilómetro de espesor y en el interior habita un superfluido. Y aunque aún no se ha visto una de ellas como tal, Page asegura que se puede comprobar su existencia.
“Los modelos teóricos muestran que, en una estrella de 33 años de edad, su temperatura superficial es aproximadamente de 2.4 millones de grados kelvin y la luminosidad que emite es cuatro veces la del Sol, y esto es lo que se requiere para calentar este polvo, no hemos visto la estrella, pero básicamente podemos apostar que ahí está”.
Fuente: El Colegio Nacional