Por sus aportes al desarrollo de ingeniería de materiales, mexicano es reconocido por organización de EU

Por su destacada labor en el estudio y desarrollo de la ingeniería de materiales a nivel nacional, el profesor investigador del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), Andrés Antonio Torres Acosta, fue reconocido con el Premio a la Trayectoria Nacional 2017, por parte de la Asociación Internacional de Ingenieros en Corrosión (NACE, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, sección México.

NACE es una organización norteamericana con sede en Houston, Texas, que cuenta con secciones en varios países del mundo, y que entrega reconocimientos a la trayectoria profesional donde se contemplan actividades académicas y laborales en los campos de productividad, proyectos desarrollados, referencias académicas, tesis dirigidas, así como obras de alto impacto realizadas a nivel nacional o internacional.

Este premio se entregó en el marco de la XVI International NACE Mexican Section Congress y XXVI International Materials Research Congress (IMRC), que realiza anualmente la Sociedad Mexicana de Materiales, A.C. en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, dentro de las actividades del Simposio D6: NACE Corrosión y Metalurgia.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el investigador Andrés Antonio Torres Acosta expresó su interés profesional en la durabilidad de materiales de construcción, de la cual existen pocos especialistas a nivel nacional.

“Cuando egresé de ingeniería civil en la Universidad Autónoma de Yucatán, me dedicaba a la construcción. Tenía una empresa en Chetumal, Quintana Roo, donde hacíamos casas habitación, diseño estructural, memorias de cálculo para viviendas y edificios de dos o tres pisos. En los ochenta, el doctor Pedro Castro Borges, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), unidad Mérida, estaba en un doctorado en química en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y trabajando en temas de corrosión. Eso me llamó mucho la atención, por lo que decidí estudiar un posgrado con su apoyo, el del Cinvestav y una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)”.

Torres Acosta estudió el posgrado en la Universidad del Sur de la Florida, en Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de interactuar con el doctor Alberto A. Sagüés, del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, que es experto en temas de corrosión en acero y concreto.

“Mi asesor tiene muchos contratos con el Departamento de Transporte de la Florida en temas de corrosión de puentes. Yo me enfoqué en el área de agrietamiento por las expansiones de los productos de corrosión de elementos de concreto. Ahí fue donde me gustó el tema y ser investigador para dedicarme unas 12 o 16 horas diarias, haciendo mis experimentos del doctorado. Regresé en 2000 y me integré al grupo de Materiales del Instituto Mexicano del Transporte por invitación del doctor Miguel Martínez Madrid, que estaba formando dentro de la desaparecida Coordinación de Equipamiento del IMT, que actualmente se denomina Ingeniería Vehicular e Integridad Estructural”.

El investigador del IMT reconoció que no existen muchos especialistas a nivel nacional que desarrollen líneas de investigación en el área de materiales de construcción, a pesar de que en esta industria existen necesidades y problemas comunes en los rubros de durabilidad y corrosión del acero en concreto.

“Hay pocas instituciones que titulen a ingenieros corrosionistas. Existen universidades que dentro de su currículo ven algunas materias relacionadas con corrosión y degradación de materiales, pero como parte de un programa de ingenierías en materiales, mecánica, civil o industrial, impartiendo conocimientos generales. Por ello, en la Universidad Marista de Querétaro (UMQ), donde también me desempeño como docente investigador, decidimos abrir la maestría en ingeniería de corrosión en el año 2005, siendo la primera en México. Ya después se abrió la maestría en ingeniería de corrosión en la Universidad Veracruzana, por lo que se está dando más importancia en nuestro país a este fenómeno”.

Torres Acosta destacó que en este año recibió otro reconocimiento a su trayectoria académica y profesional en el área de durabilidad de materiales, por parte del Instituto Americano del Concreto (ACI, por sus siglas en inglés), sección México Centro Sur, por su labor de difusión de la nueva filosofía de diseño de estructuras de concreto por durabilidad y promover la adecuada selección de materiales necesarios en la fabricación de concretos en obras de infraestructura importantes, como el caso del Viaducto Alterno de Progreso, Yucatán, y el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

“En el IMT me tocó ser el responsable del proyecto para la determinación de las propiedades físicas y químicas de los materiales utilizados —concreto y acero—, así como mediciones electroquímicas realizadas a la varilla de refuerzo de acero inoxidable para dictaminar el estado de corrosión del viaducto Puerto Progreso, en Yucatán. Eso nos permitió dar a conocer esta nueva filosofía de diseño, construcción y supervisión de obras durables, influyendo así en lo que es la normativa y procedimientos constructivos en las diferentes cámaras de la construcción y en los colegios de ingenieros, para que se construyan obras de concreto durables”.

Detalló que todo este trabajo académico, de desarrollo tecnológico e investigación le permitió, junto con colaboradores del IMT, la Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma de Campeche, el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIDIIR) Oaxaca, así como las unidades Mérida y Saltillo del Cinvestav, trabajar en normas de durabilidad a través del Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación, S.C. (ONNCCE) que genera las normas NMX.

“Este trabajo lo coordina el doctor Pedro Castro Borges, del Cinvestav Mérida. Ya logramos, hasta la fecha, siete normas autorizadas sobre durabilidad del concreto. Eso hace que te empiecen a escuchar. En marzo de este año me invitaron a dar la plática sobre diseño de mezclas de concreto por durabilidad en la ACI México, sección Centro Sur. También me han solicitado ofrecer charlas tanto gente de la industria de los concretos premezclados, prefabricados, personal que trabaja en el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, como fabricantes de tubos de concreto y empresas laboratoristas”.

El investigador destacó que otra de las líneas de investigación que desarrolla con estudiantes de diferentes especialidades y universidades se enfoca en la evaluación de adiciones naturales que ofrezcan mayor durabilidad a los materiales de construcción, proyecto que lleva a cabo en la Universidad Marista de Querétaro.

“Lo que estamos haciendo en las tesis o servicio social son mediciones de especímenes o inclusive hasta la fabricación de cubos y cilindros de cemento, arena y grava con adiciones naturales, en este caso el nopal (Opuntia ficus-indica). En el programa de Verano de la Ciencia en 2016 vinieron estudiantes de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. La entonces encargada del Laboratorio de Investigación de Materiales de Construcción, Alejandra Díaz Cruz, y su servidor trabajamos en la obtención de varios tipos de mucílago de nopal —deshidratado, exudado y cocido— para determinar su funcionamiento dentro del concreto y ver su efecto en la durabilidad”.

Estos estudios sobre el nopal son parte de un proyecto que será presentado a nivel internacional en el XIV Congreso Latinoamericano de Patología de la Construcción (Conpat 2017), organizado por la Asociación Latinoamericana de Control de Calidad, Patología y Recuperación de las Construcciones (Alconpat Internacional) en Asunción, Paraguay.

Fuente: Conacyt Prensa