Un estudio muestra los efectos persistentes del COVID-19 en el cerebro

Investigadores de la Universidad de Tulane han descrito con detalle cómo afecta este virus al sistema nervioso central

Los pacientes de COVID-19 se suelen quejar de dolor de cabeza, confusión y otros síntomas neurológicos, pero hasta ahora los médicos no comprendían del todo cómo afectaba el virus del SARS-Cov-2 al cerebro durante la infección.

Ahora, investigadores de la Universidad de Tulane (Luisiana, Estados Unidos) han descrito con detalle cómo afecta este virus al sistema nervioso central.

Se trata de la primera evaluación exhaustiva de la neuropatología asociada a la infección por SARS-CoV-2 en un modelo de primate no humano y los detalles se han publicado este viernes en la revista ‘Nature Communications’.

Los investigadores descubrieron que el virus causa una inflamación cerebral grave y lesiones derivadas de la reducción del flujo sanguíneo o del oxígeno en el cerebro, como daños o muerte de neuronas.

También observaron que el virus provoca pequeñas hemorragias en el cerebro.

Además, estas patologías afectaron a sujetos que no experimentaron una enfermedad respiratoria grave a causa del virus.

Tracy Fischer, investigadora principal y profesora asociada de microbiología e inmunología en el Centro Nacional de Investigación de Primates de Tulane, lleva décadas estudiando los cerebros.

Poco después de que el centro de primates lanzara su programa piloto de COVID-19 en la primavera de 2020, comenzó a estudiar el tejido cerebral de varias personas que habían sido infectados.

Sus hallazgos iniciales, que documentaban la magnitud del daño observado en el cerebro debido a la infección por el SARS-CoV-2, fueron tan sorprendentes que pasó el año siguiente perfeccionando los controles del estudio para garantizar que los resultados eran claramente atribuíbles a la infección.

”Como los sujetos no experimentaron síntomas respiratorios significativos, nadie esperaba que tuvieran la gravedad de la enfermedad que encontramos en el cerebro. Pero los hallazgos fueron distintos y profundos, e innegablemente un resultado de la infección”, subraya.

Sus conclusiones, además, coinciden con los resultados de las autopsias de personas que han fallecido a causa del covid, lo que sugiere, por otra parte, que los primates no humanos pueden ser un modelo apropiado o sustituto de cómo los humanos experimentan la enfermedad.

Las complicaciones neurológicas suelen ser uno de los primeros síntomas de la infección por SARS-CoV-2 y pueden ser las más graves y persistentes.

Además, afectan indistintamente a personas de todas las edades, con y sin comorbilidades, y con distintos grados de gravedad de la enfermedad.

La investigadora espera que el estudio mejore la comprensión y el tratamiento de los pacientes que sufren las consecuencias neurológicas del COVID-19 y el covid persistente.

Fuente: EFE