Presentan el mayor mapa digital del cosmos hecho hasta ahora

En la cima del Haleakala, un volcán inactivo en la isla de Maui en Hawái, un telescopio empezó a capturar imágenes del cielo nocturno en 2010. Durante los siguientes cuatro años, Pan-Starrs (sigla del Panoramic Survey Telescope and Rapid Response System) fotografió todo el cielo, visto desde Hawái, 12 veces y en cinco colores de luz visible e infrarroja. 

En diciembre, los astrónomos que operan Pan-Starrs lanzaron los primeros resultados de su rastreo. Su universo de big data muestra las posiciones, colores y brillos de tres mil millones de estrellas, galaxias y otros objetos. Acumula dos petabytes de datos, lo que equivale aproximadamente a dos mil millones de selfies, según una declaración del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái. Toda esta información, el universo en una caja, reside ahora en el Archivo Mikulski para Telescopios Espaciales (bautizado en honor a Barbara A. Mikulski, la jubilada senadora y promotora de la exploración espacial en EU), en el Instituto de Ciencia de Telescopio Espacial en Baltimore, EU, donde cualquier astrónomo puede acceder a ella. 

En 2017, el equipo de Pan-Starrs planea producir un nuevo catálogo de cómo estos objetos se mueven y cambian. Esto fue más que un ejercicio de curiosidad. Un objetivo importante del proyecto, dirigido por un consorcio internacional liderado por la Universidad de Hawái, es descubrir objetos en movimiento como asteroides, para que podamos visitarlos e incluso desviarlos antes de que nos visiten a nosotros, además de descubrir supernovas y otros violentos e inusuales eventos mientras están explotando. Pan-Starrs es el mayor esfuerzo de mapeo digital hecho hasta ahora, pero no será el último. 

El Large Synoptic Survey Telescope, actualmente en construcción en el norte de Chile bajo la dirección de la National Science Foundation de Estados Unidos, eventualmente lo superará, estudiando 37 mil millones de galaxias y estrellas y produciendo 15 terabytes de datos cada noche durante 10 años, una vez que sea completado en 2022.

Fuente: Dennis Overbye / The New York Times