Las ballenas jorobadas crean sus propias canciones y ritmos como si fueran DJs

Las canciones de las ballenas jorobadas –al igual que las del resto de los balénidos– continúan siendo un misterio sin resolver para los humanos. Con el paso del tiempo, las hemos estudiado y desarrollado teorías para explicar los motivos, utilidades e impulsos detrás de las vocalizaciones de estos enormes mamíferos. No obstante, hasta ahora, sus procesos siguen sorprendiéndonos.

Tan solo un par de años atrás, logramos estipular que el canto de estas criaturas tenía fines ecolocalizadores y no reproductivos. Sin embargo, ninguno de estos explica los cambios paulatinos de patrones que se observan en las diferentes generaciones de especies como las ballenas jorobadas.

De allí que sigamos sintiendo que aún no conocemos la totalidad de la respuesta. Justamente, con la intención de intentar llenar los vacíos de conocimiento que rodean a estos cetáceos, un equipo de la Universidad Buffalo en Estados Unidos se puso manos a la obra.

Sobre las canciones de las ballenas y el proceso de “composición”

En estudios anteriores, se había podido determinar que las ballenas son capaces de alterar sus cantos dependiendo de la época del año y del lugar en el que se encuentren. De esta forma, cuando van a migrar, sus canciones y horarios cambian. Mientras que las ballenas hembras, cuando tienen crías “susurran” sus cantos para evitar atraer depredadores.

Ahora, la nueva investigación busca ir un poco más allá, estudiando el porqué de las modificaciones de los cantos a lo largo del tiempo, y no de los cambios circunstanciales como los anteriores. Los resultados obtenidos por el equipo de científicos se publicaron recientemente en Journal of Comparative Psychology, que pertenece a la American Psychological Association.

Las ballenas jorobadas no “componen” sus canciones al azar

El estudio reveló que las teorías de imitación vocal y transmisión cultural que se han propuesto hasta la fecha, no terminan de explicar por qué las ballenas jorobadas cambian sus canciones tan uniformemente con el paso de los años.

Según los planteamientos existentes, las distintas poblaciones de ballenas fueron “intercambiando” canciones a través de interacciones sociales. Luego, compartiendo entre los miembros de cada grupo, se pasaban culturalmente las nuevas melodías y se convertían en parte de su “vocabulario musical”.

No obstante, al estudiar longitudinalmente las interacciones de las ballenas, fue posible ver que incluso grupos que nunca habían interactuado, terminaban por desarrollar melodías tonales similares entre sí. Pero… ¿cómo? Sería lo primero que nos preguntaríamos.

Desde el punto de vista de los investigadores, esto debe tratarse de algún tipo de habilidad o destreza sonora que no conocíamos de los cetáceos. Debido a esta, así como un DJ no cambia canciones al azar, sino que mezcla ritmos, tonos y tempos para hacer una transición limpia, las ballenas realizan un proceso similar con sus canciones.

Ahora, por el entendimiento de qué tonalidades pueden o no funcionar unas con otras, distintos grupos de ballenas jorobadas pueden desarrollar canciones similares a pesar de nunca haberse encontrado o intercambiado cantos.

Aún quedan preguntas en el aire

Con las ideas de la imitación vocal y la transmisión cultural fuera de la mesa, aún queda entonces por definir qué lleva a las ballenas jorobadas a componer determinadas canciones. Sobre todo al notar las similitudes que de una u otra forma se pueden encontrar entre grupos que nunca han tenido contacto entre sí.

Para los autores, esta “sofisticación acústica” de las ballenas jorobadas se debería investigar en un futuro con más profundidad. Ya que esta, según los investigadores, se encuentra incluso por encima de las capacidades humanas. Por lo que, al entenderla, podríamos desentrañar nuevos procesos comunicativos y evolutivos. Unos que, además, podrían verse como paralelismos más avanzados de nuestro propio sistema de desarrollo del lenguaje.

Fuente: tekcrispy.com