Estas bacterias han sido modificadas genéticamente para encontrar explosivos bajo tierra

Raytheon está reclutando microbios brillantes para ayudar a buscar explosivos enterrados y retirarlos, dada las amenazas para la seguridad, la salud o el medio ambiente que comportan.

Bajo un contrato DARPA, la empresa Raytheon se encuentra trabajando con el Instituto Politécnico de Worcester para encontrar explosivos bajo tierra. Lo innovador es la metodología, ya que emplearán técnicas de biología sintética para producir dos nuevas cepas de bacterias: una para buscar explosivos ocultos bajo tierra y otra, para que brillen en la superficie al encontrarlos.

La presencia de estos materiales peligrosos bajo tierra comporta una gran amenaza: las minas antipersona son restos bélicos y de conflictos armados que matan a 20.000 personas al año según datos de Naciones Unidas. Además, los explosivos contaminan la tierra y afectan negativamente al ecosistema en el que son escondidos. Hasta ahora, para encontrarlos, se ponía en riesgo al personal humano o implicaba una inversión en complejos y costosos robots.

La idea de producir bacterias genéticamente modificadas que se puedan rociar sobre un área para buscar explosivos y alertar de forma remota a los equipos de eliminación de su ubicación ya se llevaba algunos años barajando. Para llevarla a la práctica, Raytheon ha apostado por la biología sintética, que se sirve de principios de ingeniería para modificar organismos. En este caso, producir las dos mentadas cepas de bacterias.

Si la primera cepa de bacterias está en presencia de compuestos explosivos, interactúa con el segundo, lo que produce un brillo lo suficientemente potente como para ser visto a distancia por cámaras remotas y drones.

“Ya sabemos que algunas bacterias pueden ser programadas para ser muy buenas en la detección de explosivos, pero es más difícil bajo tierra”, dice Allison Taggart, investigadora principal del programa Bio Reporteros para Vigilancia Subterránea en Raytheon BBN Technologies, que relata que investigan cómo transportar las bacterias que informan a la profundidad requerida, así como empujar la luminiscencia hacia la superficie para que sea fácilmente visible.

“El uso de biosensores subterráneos podría ayudarnos a salvar vidas y detectar amenazas a la calidad del aire y al suministro de agua. El diseño modular del sistema que estamos desarrollando nos permitirá intercambiar diferentes componentes según sea necesario para detectar varios tipos de amenazas y contaminantes”, indica Taggart. De este modo, proyectos como este podrían tener aplicaciones muy diversas.

Fuente: computerhoy.com