Estábamos equivocados sobre la supuesta tumba de Jesucristo: es mucho más antigua de lo que se pensaba

El estudio que ha publicado en exclusiva National Geographic arroja una seria duda sobre el lugar donde supuestamente fue enterrado Cristo. La tumba que se creía de Jesús de Nazaret era mucho más antigua de lo que se pensaba hasta ahora.

Las pruebas que se están ejecutando desde el pasado mes de octubre sobre los restos de una cueva de piedra caliza en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, han datado la supuesta tumba de alrededor del año 345 d.C.

En el trabajo de los investigadores se analizaron los químicos en los restos para descubrir cuánto tiempo había pasado desde la última vez que se expusieron a la luz. Luego compararon datos de otros estudios en el pasado. La evidencia arquitectónica anterior encontrada alrededor del sitio databa solo del período de las Cruzadas, hace alrededor de 1.000 años.

Hasta ahora se pensaba que la bóveda fue el sitio de la crucifixión, el entierro y la resurrección de Jesús, es decir, al momento que se hace referencia en la Biblia como el Calvario o Gólgota. Además, el año pasado un estudio arqueológico descubrió que la tumba nunca se había movido.

El Nuevo Testamento dice que Jesús murió en el 30 o 33 d.C., mientras que algunos acontecimientos históricos sugieren que los romanos localizaron y consagraron la tumba en el 326 d.C. La fecha corresponde a la regla de Constantino I, el emperador romano que se convirtió al cristianismo y lo declaró la religión oficial del imperio. A partir de este punto, se hizo más común construir grandes monumentos a Cristo.

La tumba fue totalmente destruida y posteriormente reconstruida en el año 1009, lo que llevó a los historiadores a dudar de si la Iglesia del Santo Sepulcro era el mismo sitio funerario descubierto por los romanos. Sin embargo, las últimas pruebas científicas llevadas a cabo durante más de un año por la Universidad Técnica Nacional de Atenas, han sugerido lo contrario.

Tal y como explican en National Geographic, la técnica utilizada se llama luminiscencia ópticamente estimulada (OSL). Esta determina lo recientemente que es el sedimento en las muestras de la tumba que se expuso a la luz.

Como decíamos al comienzo, la tumba se abrió al público por primera vez en siglos en octubre de este año, cuando los científicos comenzaron a restaurar el santuario que encierra la tumba, también conocida como Edículo. Un proyecto de restauración de nueve meses que ha costado más de 4 millones de dólares.

¿Entonces? Si bien es arqueológicamente imposible asegurar que la tumba perteneció a Jesús de Nazaret, la iglesia del Santo Sepulcro es el lugar más ampliamente aceptado para el entierro de Cristo.

Es posible que nunca se pueda saber con exactitud, como explicaba el arqueólogo D. Baha, “puede que no estemos absolutamente seguros de que la Iglesia del Santo Sepulcro es el lugar del entierro de Jesús, pero no tenemos otro sitio que pueda presentar un reclamo de este calibre”.

Fuente: National Geographic