¿Eres un fofisano? La ciencia dice que puedes vivir más años

Hace menos de una década una estudiante de biología llamada Mackenzie Pearson, de la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, popularizó en un artículo publicado en la revista The Odissey, el término «dad bod», que significa «cuerpo de padre» y que en nuestro país lo hemos traducido como «fofisano».

«Dad bod» o «fofisano» fue el nombre elegido para referirse a aquellos hombres que no se matan en el gimnasio para tener un cuerpo diez pero sí que realizan ejercicio físico, aunque el perímetro de su cintura delate algo de peso.

Para ser más concretos, como dice Fundeu el término «fofisano» se refiere al tipo de hombre que, pese a cuidarse y a hacer algo de deporte, cede con alguna frecuencia a tentaciones (pizza, cerveza…) y luce una cierta tripita.

Gordito a la vez que sano

De ahí la palabra española, que mezcla el término fofo («esponjoso, blando y de poca consistencia», o gordito en el argot coloquial) y sano. Y aunque el término ha pasado de moda, el número de hombres que corresponden a este canon está bastante generalizado.

Pues bien, si eres un fofisano, tenemos una buena noticia para ti.

Las personas mayores que son «fit» porque tienen una potencia muscular alta viven más años de media que los que tienen una potencia muscular baja, independientemente de su Índice de Masa Corporal (ÍMC), de su circunferencia de cintura o de su porcentaje de grasa, así como de otras condiciones como la hipertensión, el tabaquismo o la inactividad física.

Así lo ha demostrado el estudio multicéntrico EXERNET, impulsado por investigadores del CÍBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CÍBERFES) del Grupo GENUD Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha – UCLM) dirigidos por Ignacio Ara.

Los «fat but fit» (popularmente conocidos como «fofisanos»), es decir, personas adultas con ligera obesidad pero que están en forma, tienen mejor pronóstico que las personas que están delgadas, pero no están en forma.

En la investigación que acaba de publicarse en la revista British Journal of Sports Medicine, Ignacio Ara explica que «si tienes suficiente potencia muscular (fit) no es tan relevante si eres obeso o no; lo realmente importante en personas mayores para predecir la mortalidad es la potencia muscular».

La forma física es uno de los más importantes predictores de mortalidad entre adultos y su relevancia es tal que las personas con obesidad o enfermedad metabólica que presentan una adecuada aptitud cardiorrespiratoria presentan un menor riesgo de mortalidad, en comparación con personas sin obesidad, pero con bajo fondo físico. Lo que se conoce como «paradoja de los fofisanos».

Sin embargo, los investigadores del CÍBERFES han indagado si se cumple en mayores cuando se analiza la potencia muscular.

Evaluar otros marcadores de adiposidad y la potencia muscular, clave

De las 2.563 personas entre 65 y 91 años participantes en el estudio EXERNET, que ha realizado un seguimiento de la mortalidad durante 9 años, aquellas que contaban con un nivel adecuado de potencia muscular registraron una reducción de la mortalidad por todas las causas al finalizar ese periodo. Y esto, con independencia de la obesidad (calculada según el índice de masa corporal, el porcentaje de grasa o la circunferencia de la cintura).

Por el contrario, ser de constitución delgada era un factor de supervivencia solo cuando iba acompañado de niveles adecuados de potencia muscular.

Sin embargo, la obesidad según el índice de grasa (un marcador diferente al porcentaje de grasa) mitigó los beneficios de supervivencia proporcionados por los niveles adecuados de potencia muscular en los adultos mayores.

Estos hallazgos abren nuevas vías para la práctica clínica en un futuro y según explica el investigador del CÍBERFES y primer firmante, Julián Alcázar, «si es posible, la evaluación del índice de grasa debe preferirse a otros marcadores de adiposidad (como el IMC), ya que es más apropiado para cuantificar la cantidad de grasa corporal y fue el único marcador de obesidad que disminuyó los beneficios de supervivencia de la potencia muscular».

Sin embargo, en el binomio entre gordura y aptitud física, se debe otorgar la mayor importancia al componente físico en términos de prevención de la mortalidad entre las personas mayores.

Por eso los investigadores concluyen que es urgente evaluar siempre los casos de potencia muscular baja en la práctica clínica diaria, dada su asociación con los factores de riesgo entre este colectivo.

¿Y si además resultan más atractivos?

Es lo que le faltaba al término «fofisano», pero así nació en 2015 y así se hizo viral.

Las chicas afirmaban que preferían a los chicos con un cuerpo como el de papá («dad bod») que con una ‘tableta de chocolate’, musculitos por todas partes o demasiada delgadez.

Y frases como las pronunciadas en aquellos días en los que estalló el término a raíz del blog de una estudiante de psicología serán una buena pista:

– «Las chicas nos volvemos locas por el cuerpo de papá. Porque si bien a todas nos gusta un chico esculpido, hay algo en el «tipo de papá» que hace que los chicos parezcan más humanos, naturales y atractivos».

– «El término describe el compendio del chico promedio con el que quieres salir. Una persona a la que no le preocupa ser perfecto. Alguien que sabe quién es y ama su cuerpo».

– «Las chicas consideramos ese cuerpo de papá y su tripita como un triunfo de los chicos normales sobre los modelos masculinos».

– Y la propia Mackenzie Pearson dijo: «Es casi como si mi artículo hubiera iniciado un movimiento por la imagen corporal masculina positiva, que es algo que no creo que nuestra cultura se haya dado cuenta de que necesitamos».

En respuesta, muchos padres o chicos normales no tardaron en manifestar que por primera vez en su vida se habían mirado al espejo y se había sentido orgullosos de su propio cuerpo, si envidiar a los máquinas del gimnasio.

Así que si además de ser mejor para la salud, también es beneficioso para la autoestima, no se podrá negar que es algo muy sano.

Fuente: buscandorespuestas.lne.es