El rastro genético de los habitantes de la Edad de Bronce llega hasta hoy

La revista PLOS ONE ha publicado un estudio de un equipo de investigadoras del grupo BIOMICs de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) sobre el rastreo de las huellas genéticas de los antiguos habitantes de La Hoya (Álava) a través del análisis de los linajes maternos para comprobar la continuidad genética y su presencia en la zona.

En este trabajo se han rastreado las huellas genéticas de los antiguos habitantes de La Hoya a través del análisis de los linajes maternos. Más concretamente, se ha analizado la región control del ADN mitocondrial (ADNmt) de 41 restos humanos recuperados de este asentamiento arqueológico para compararlos con una muestra de 51 individuos de Laguardia, así como 56 individuos de la población general de la provincia de Álava. Se lograron resultados en 25 de los 41 restos analizados, diferenciando 14 linajes maternos (o haplotipos).

Los principales subhaplogrupos de ADNmt observados en La Hoya fueron H1, H3, J1 y U5, los cuales muestran un patrón distintivo de frecuencia en las poblaciones autóctonas del norte de la Península Ibérica. “Los resultados no han podido demostrar una continuidad genética entre Laguardia y La Hoya a nivel de haplotipos –explican las investigadoras-, aunque se han de tener en cuenta factores como los efectos del muestreo, eventos recientes de mezcla poblacional y cuellos de botella genéticos que dificultarían la detección de posibles indicios de continuidad”.

Continuidad genética materna

Sin embargo, la alta similitud en la composición de subhaplogrupos detectada entre La Hoya y Laguardia, y la población de Álava, no permite descartar una continuidad genética materna en los grupos humanos que han habitado la zona desde al menos la edad de Hierro hasta tiempos actuales. Un análisis más exhaustivo, basado en una mayor colección de muestras y otros marcadores genéticos, sería de gran interés para afinar más en la historia de estos grupos humanos que habitaron la llanada alavesa desde la edad de Bronce tardío.

El poblado de La Hoya fue uno de los asentamientos más importantes de la edad de Bronce y Hierro en el norte de la Península Ibérica hasta que fue destruido hacia el siglo IV y abandonado en el siglo III A.C. Las evidencias arqueológicas sugieren que los descendientes de La Hoya se establecieron de nuevo en una colina cercana, donde actualmente se localiza el pueblo de Laguardia.

El hallazgo de esqueletos humanos adultos, bien preservados, de la edad de Hierro Celtibérico en el poblado de La Hoya es de una gran importancia tanto histórica como biológica, ya que hasta la fecha se ha descubierto un número muy limitado de restos adultos de la cultura Celtibérica. Este hecho es consecuencia de los ritos funerarios utilizados en este período para los individuos adultos, donde la cremación era la práctica común.

El descubrimiento de restos adultos en La Hoya fue probablemente debido a que, como consecuencia de la devastación que sufrió el poblado, no se llevaron a cabo las prácticas de cremación habituales.

Por otro lado, este asentamiento ha contribuido a un notable incremento de restos Celtibéricos debidos al hallazgo de numerosos restos de recién nacidos e infantes que fueron encontrados en este poblado, ya que seguían el ritual de enterrar bajo el alero del hogar a aquellos neonatos que morían prematuramente.

Fuente: SINC