El plátano podría tener los días contados, pero CRISPR sería la herramienta para salvarlo

El bananero podría tener los días contados. El Fusarium R4T, un temible hongo, ataca las raíces de la variedad de banano Cavendish y del plátano. La variedad representa el 99% de los envíos mundiales de banano.

Los grandes productores, entre ellas las multinacionales estadounidenses que dominaban el mercado, apostaron por plantar bananos clonados antes que investigar nuevas especies para diversificar. El Cavendish es menos aromático y sabroso pero parecía inmune al hongo que había arrasado el cultivo, pero ahora, el hongo Fusarium oxysporum ha evolucionado y sí que constituye una amenaza.

CRISPR

No es posible generar resistencia TR4 en Cavendish utilizando métodos convencionales porque la variedad es estéril y se propaga por clonación. Así pues, la única forma de salvar al Cavendish puede ser modificar su genoma.

Este hongo es un oponente particularmente duro. No se puede matar con fungicidas, y puede permanecer en el suelo hasta 30 años. Eso ha ayudado a TR4 a extenderse lentamente por todo el mundo. La cepa comenzó a destruir los cultivos de banano en la década de 1990 en Asia antes de invadir Australia y los países de Oriente Medio y África. Ahora TR4 está en América, y los investigadores dicen que Cavendish podría extinguirse virtualmente en las próximas décadas a menos que puedan modificarlo para resistir el hongo.

El equipo de James Dale, un biotecnólogo de la Queensland University of Technology in Brisbane, Australia, se ha centrado en alterar las plantas Cavendish mediante la inserción de un gen del plátano silvestre Musa acuminate malaccensis que confiere resistencia a TR4. Después de publicar resultados prometedores de una pequeña prueba de campo, comenzó un estudio más amplio hace 15 meses. Dale y sus colegas han plantado Cavendish transgénico en media hectárea de tierra infestada con TR4 en el norte de Australia. Los plátanos transgénicos sobreviven.

Ahora planean solicitar la aprobación de los reguladores australianos para comercializar un plátano Cavendish transgénico después de que finalice el estudio en 2021. Pero es imposible predecir si los funcionarios darán el visto bueno o cuánto tiempo podría tomar la aprobación. Dado que la mayoría de la gente sufre de síndrome de Frankenstein y consideran los transgénicos como algo más antinatural o menos ecológico que la propia agricultura convencional, parece que será difícil.

En un intento por hacer que las bananas biotecnológicas sean más apetecibles para los reguladores, Dale también está editando el genoma de Cavendish con CRISPR para aumentar su resistencia a TR4, en lugar de insertar genes externos. Específicamente, está tratando de activar un gen latente en Cavendish que confiere resistencia a TR4, el mismo gen que identificó en M. acuminate. Pero el trabajo aún está en sus primeras etapas.

Fuente: xatakaciencia.com