El mexicano Castaño Meneses, primer latinoamericano en ser miembro de la Academia de Ingeniería de Canadá

Es el único mexicano que pertenece a las academias nacionales de Ciencias, Medicina e Ingeniería

Al aceptar la invitación de la Academia de Ingeniería de Canadá para ser uno de sus miembros, el mexicano Víctor Manuel Castaño Meneses se convirtió en el integrante 778 de la institución y el primer latinoamericano con el reconocimiento.

En la carta enviada directamente por el presidente de la Academia al doctor Castaño Meneses se reconoce su trayectoria profesional y su prolífica producción de artículos científicos (como autor único y en coautoría), así como el ser uno de los expertos latinoamericanos con más citas (supera las 12 mil) por la comunidad científica mundial, además de destacar la gran cantidad de premios y reconocimientos a nivel mundial.

La misma Academia Canadiense lo reconoce como pionero en la modificación de la superficie de nanoestructuras, en particular nanotubos de carbono, donde algunos de sus trabajos están entre los más citados en la literatura.

Castaño Meneses es el único connacional miembro de las Academias de Ciencias, Ingeniería y Medicina. Es ingeniero físico egresado de la Universidad Iberoamericana, y estudió maestría y doctorado en ciencias en la UNAM, institución en la que actualmente es investigador C en el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, en Querétaro.

“Pertenezco a la Academia de Ciencias de la República de Georgia, que era donde más investigación científica se realizaba en la antigua URSS. Fui propuesto a ella por colegas de Polonia con quienes he colaborado por mucho tiempo, pero también por mi trabajo en la elaboración de un diccionario de polímeros en un trabajo conjunto con otros pares y el cual se redactó en inglés, ucraniano, ruso, alemán y francés. A mí me tocó hacerlo en español”, explica el connotado mexicano.

Sobre su labor científica con y en Canadá, Castaño Meneses señala en entrevista que ha realizado gran cantidad de publicaciones con colegas de aquel país, ha propuesto algunas líneas de investigación que han sido importantes, además de que ha sido asesor de diferentes compañías canadienses que desarrollan tecnología o hacen investigación científica.

Sin embargo, él mismo valora el intercambio en la formación de científicos canadienses en México y también el haber podido colaborar para que estudiantes nacionales hayan realizado estancias académicas y estudios de posgrado en ese país, a lo largo de más de tres décadas.

“Menos del cinco por ciento de los miembros de la Academia de Ingeniería de Canadá son extranjeros y el proceso selectivo es muy riguroso. El colega que me propuso me dijo que había postulado a seis ingenieros y ninguno fue aceptado, por lo que me advirtió que podía suceder lo mismo”.

A decir del científico mexicano el proceso para ingresar a la Academia Canadiense inicia cuando uno de sus miembros postula a algún candidato y hace llegar su currículo. El comité de selección evalúa la información en la que se da especial valor a actividades académicas, profesionistas e, incluso, políticas. A continuación se reconoce la labor realizada para ese país por el propuesto y se solicitan referencias del mismo a diversas entidades científicas en el mundo. El proceso lleva aproximadamente seis meses.

“Cuando se aprueba la solicitud se envía al candidato una carta en la que se invita a ser miembro de la Academia y a la ceremonia, que este año tuvo lugar en Quebec el 21 de junio, y es ahí donde se confirma que fuiste aceptado, no antes, pues la carta es de invitación. Es un evento que se maneja como la ceremonia de entrega del Oscar por el misterio que guarda”.

Finalmente, sobre la oportunidad de que mexicanos realicen ciencia fuera del país y que algunos denominan ´fuga de cerebros´, el distinguido doctor Castaño Meneses responde que no es tan grave. “Sería muy importante que nos consideraran un país exportador de talento, pues tenemos científicos en todo el mundo. Los mexicanos fuera siempre mantendrán contacto con su país y buscarán la manera de retribuir su conocimiento”.