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¿El alimento del futuro? Científicos coreanos crean un arroz híbrido que ya lleva la carne incorporada

Cultivaron células de vaca dentro de los granos para obtener «una proteína sabrosa, más barata y menos contaminante»

Para algunos una paella sin sus buenos pedazos de pollo o conejo puede resultar decepcionante o directamente un sacrilegio, ¿pero sería aceptable si cada grano de arroz llevara la carne incorporada en su interior? Eso es lo que ha conseguido un grupo de investigadores coreanos al provocar el crecimiento de músculos y células grasas de vaca dentro de los cereales. El método, presentado este miércoles en la revista ‘Matter’, da como resultado un alimento híbrido “nutritivo, seguro y sabroso” que podría ofrecer “una alternativa proteica más asequible y menos contaminante”, según los investigadores.

“Es el alimento del futuro”, asegura a este periódico Jinkee Hong, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Yonsei, en Corea del Sur. Para crear el arroz híbrido, el equipo no utilizó ninguna tecnología genética, sino que aprovechó la estructura porosa de los granos para albergar las células de origen animal en sus rincones y recovecos, como si rellenaran los agujeros de un queso emmental. Además, ciertas moléculas en el arroz promueven el crecimiento de estas células, lo que facilita el trabajo.

Primero, los científicos sembraron células madre de grasa y músculo de vaca en granos de arroz recubiertos con gelatina de pescado, un ingrediente que ayuda a las células a que se adhieran mejor al arroz. Después, las dejaron cultivar alrededor de una semana en una placa de Petri. El producto final, según los autores del estudio, es un arroz de tono rosado con carne de vacuno cultivada cuyos ingredientes principales cumplen con los requisitos de seguridad alimentaria y tienen un bajo riesgo de provocar alergias.

Para caracterizar el arroz híbrido con carne, los investigadores lo cocieron al vapor y realizaron varios análisis de la industria alimentaria, incluido el valor nutricional, el olor y la textura. Los hallazgos revelaron que el arroz híbrido tiene un 8% más de proteínas y un 7% más de grasa que el arroz normal. Además, es más firme y quebradizo. El dotado con mayor contenido de músculo tenía compuestos de olor relacionados con la carne y las almendras, mientras que aquellos con mayor contenido de grasa recordaban a la crema, la mantequilla y el aceite de coco.

Raciones militares o para ir al espacio

Hong explica que el equipo trabaja para comercializar su innovación culinaria, “aunque todavía quedan muchos puntos por resolver, como ampliar el proceso de producción, desarrollar medios de cultivo celular para alimentos y aprobar normas de seguridad alimentaria”. Como primer paso, han completado la solicitud de patente.

Mucha de la proteína de la que nos nutrimos se obtiene del ganado, pero este “consume muchos recursos y agua y libera muchos gases de efecto invernadero”. El nuevo producto promete una huella de carbono significativamente menor a una fracción del precio. Se estima que por cada 100 g de proteína producida, el arroz híbrido libera menos de 6,27 kg de CO 2, mientras que la carne de vacuno libera 49,89 kg. Si se comercializa, el arroz híbrido podría costar alrededor de 2,23 dólares el kilogramo (poco mas de dos euros), mientras que la carne de res es mucho más cara.

Existen otros alimentos innovadores como carnes cultivadas híbridas, la proteína de soja texturizada (TVP), la estructura de gelatina y la carne a base de cáscara de huevo. Sin embargo, “somos los primeros en informar sobre alimentos híbridos que utilizan cereales”, dice Hong.

El arroz es el segundo cereal más producido en el mundo, por detrás del maíz y por delante del trigo, y la base de la alimentación de millones de personas por su facilidad de cultivo y su aporte en carbohidratos. El investigador está convencido de que este tipo de alimentos híbridos se impondrán en el futuro. Para ello, explica, es necesario garantizar la seguridad alimentaria, una calidad aceptable y una producción sostenible. Pero antes de que llegue a nuestro estómago, el equipo planea crear mejores condiciones en el grano para que prosperen tanto las células musculares como las grasas, lo que puede aumentar aún más el valor nutricional. “Los consumidores se están acercando a los alimentos del futuro. Además, si se garantiza un sistema de autoproducción, se podrá aplicar ampliamente a los alimentos espaciales, las raciones militares y los alimentos para aliviar el hambre”, dice.

Fuente: abc.es