Es un hecho que los alimentos que ingerimos a lo largo del día y de nuestras vidas influye significativamente en nuestro olor corporal y eso influye en cómo nos perciben los demás, incluyendo nuestra apariencia, de acuerdo con el texto de la BBC, The foods that make you smell more attractive,
A nivel biológico, los alimentos afectan nuestro olor corporal principalmente a través de dos vías: el intestino y la piel, explica Lina Begdache, profesora adjunta de estudios de salud y bienestar en la Universidad Estatal de Nueva York en Binghamton.
Intestino
Al digerir los alimentos, las bacterias trabajan para metabolizarlos en el intestino. Algunas de estas interacciones entre los componentes químicos de los alimentos y las bacterias liberan gases: moléculas volátiles que se eliminan del cuerpo de la misma forma en que entraron los alimentos, explica Begdache.
Esto puede provocar mal aliento, especialmente según lo que se coma. Los datos sugieren que aproximadamente un tercio de los adultos en todo el mundo padecen algún tipo de halitosis, aunque existen otras causas además de la digestión.
Piel
Los componentes químicos de los alimentos, una vez metabolizados, también viajan a través del torrente sanguíneo y muchos tejidos del cuerpo. Algunos terminan a través del sudor, donde interactúan con las bacterias de la piel y generan olor.
Frutas y verduras que influyen en nuestro olor
Verduras como el brócoli, la col, las coles de Bruselas y la coliflor contienen altos niveles de compuestos sulfurosos, cuyo olor suele recordar al de los huevos podridos.
Según la nutricionista Kerry Beeson, cuando estos compuestos llegan al torrente sanguíneo e interactúan con las bacterias de la piel, el sudor puede convertirse en un líquido de olor muy fuerte.
El olor del ajo resulta atractivo
El ajo y la cebolla, también pueden afectar el olor de nuestro sudor y aliento por la misma razón que las verduras crucíferas.
Algunos estudios sugieren que, si bien el ajo definitivamente provoca mal aliento, hace que el sudor de las axilas resulte más atractivo.
Los científicos hicieron que 42 hombres usaran almohadillas en las axilas para recoger su sudor durante 12 horas. Algunos consumieron poco ajo, otros mucho, y otros tomaron suplementos de ajo.
Posteriormente, 82 mujeres calificaron el aroma recogido de las almohadillas según criterios subjetivos de agrado, atractivo, masculinidad e intensidad. Los hombres que consumieron poco ajo no provocaron una reacción significativa, pero aquellos que consumieron mucho fueron percibidos como muy atractivos. Y quienes tomaron suplementos también resultaron más atractivos.
Los espárragos también tienen un efecto particular en nuestro olor, produce un compuesto llamado ácido aspargúsico y, al ser digerido por el cuerpo, libera también compuestos de azufre. Sustancias como el metanotiol y el sulfuro de dimetilo, las que dan al sudor y a la orina su olor característico.
Sin embargo, no todo el mundo produce este olor. Además, no todo el mundo puede percibir el hedor: la capacidad de oler la propia orina con un fuerte olor a espárragos parece depender también de la genética.
Consumir frutas y verduras puede resultar un aroma más atractivo. Un estudio realizado en Australia en 2017 reveló que los hombres que consumían más frutas y verduras tenían un olor corporal más afrutado, floral y dulce.
La carne y el pescado también influyen en nuestro olor
La carne y el pescado también pueden producir un olor corporal característico, ya que el cuerpo descompone las proteínas animales en aminoácidos y grasas, que luego se excretan a través del sudor, donde interactúan con las bacterias de la piel.
El pescado y las legumbres, por ejemplo, pueden causar mal olor corporal porque contienen trimetilamina, un compuesto de olor muy fuerte. Existe incluso una afección, llamada trimetilaminuria,conocida como “síndrome del olor a pescado “, que se produce cuando el cuerpo no puede convertir la trimetilamina en un compuesto inodoro, explica la nutricionista Kerry Beeson.
Alcohol y café
El alcohol, especialmente si se consume en grandes cantidades y con mucha frecuencia, puede causar mal aliento tanto a nivel gastrointestinal como a través de las glándulas sudoríparas.
Además, como el alcohol deshidrata y reduce la producción de saliva, favorece la proliferación de bacterias en la boca, lo que provoca que el mal aliento persista.
La cafeína presente en el café y el té, por su parte, puede estimular las glándulas apocrinas, responsables de la sudoración en zonas como las axilas y la ingle. Este aumento en la producción de sudor puede crear un entorno más propicio para la proliferación bacteriana, lo que podría generar un olor corporal más fuerte, según Beeson.
Investigaciones han permitido comprender que no existe una fórmula única y clara sobre cómo los alimentos afectan nuestro olor corporal y nuestra percepción. Existe una gran variabilidad.
“Hay muchos compuestos aromáticos, y en la mayoría de ellos no sabemos cómo influyen en nuestro olor corporal, pero hay una alta probabilidad de que lo hagan”, dice Jan Havlíček, quien estudia etología humana y comunicación química en la Universidad Carolina de la República Checa.
Fuente: yahoo.com


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