Cómo un adolescente de 17 años revolucionó la monitorización global del coronavirus

Con 17 años y sin nociones de programación, Avi Schiffmann ha creado la principal web de seguimiento de la COVID-19, que ha sido galardonada y usada por epidemiólogos internacionales. Después lanzó otra para monitorizar las protestas contra el racismo. El joven comparte su experiencia para animar a otros a seguir sus pasiones

La pandemia de coronavirus (COVID-19) y las protestas por el asesinato de George Floyd a manos de la policía de EE. UU., han sido los acontecimientos que más han determinado el 2020 hasta la fecha. Y, en ambos sucesos, el joven de 17 años Avi Schiffmann ha tenido un papel online importante: el creador de la destacada página web de rastreo de casos de COVID-19 y, más recientemente, de un sitio de seguimiento de las protestas.

Los rastreadores han sido reconocidos por su capacidad de ofrecer información concisa y actualizada en tiempo real. De hecho, el del coronavirus de Schiffmann es tan completo que ha sido usado por epidemiólogos para predecir la propagación de la enfermedad. Gracias a su iniciativa, el joven ha ganado el premio Webby Person of the Year (la Persona del Año de la Web) junto con los elogios del director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU., Anthony Fauci, quien calificó el sitio del adolescente como “esencial”.

Schiffmann podría haberse relajado tras tanto éxito, pero el asesinato de Floyd le ha motivado para lanzar otro proyecto. Se trata de una página web muy simple y con un propósito principal: encontrar las protestas locales.

¿Cómo lo hizo Schiffmann? Hemos hablado con él para averiguar cómo se involucró y qué consejos daría a las personas que deseen hacer algo parecido.

Aprender de los proyectos pequeños. “El otoño pasado creé una página web para mi instituto que monitorizaba los resultados deportivos, las estadísticas de la web me llegaban de la página estatal de deportes. La web original era terrible y parecía haber sido creada como hace 1.000 millones de años. Era realmente difícil de leer y fea. Así que comencé a recrear el sitio de deportes de la escuela; derribé los servidores dos veces sin querer. Lo codifiqué para que la web identificara qué resultado era el más alto. Si nosotros obteníamos una mayor puntuación, se colocaba una W verde para señalarnos como “ganadores (win en inglés)”. Si ellos [el equipo contrario] tenían una puntuación más alta, se añadía una L roja que indicaba que “perdimos (loss en inglés)”. Ese sitio web fue el precursor de ncov2019.

Con la página de las protestas de 2020 pasó algo bastante parecido. Me di cuenta de que mucha gente hablaba del tema pero no hacía nada más que publicar en Instagram. Pensé que tenía que usar mi plataforma y hacer algo más. Lancé ese sitio web para ayudar”.

Identificar el problema desde la propia experiencia. “Comencé [con ncov2019] a finales de diciembre, principios de enero. Los números del coronavirus me parecían interesantes, pero si quería la información más actualizada, tenía que buscarla del Gobierno chino, y yo no hablo chino. La alternativa era leer noticias, pero no se actualizaban con la misma dinámica. Intentaba encontrar un rastreador tipo panel bonito, pero no pude encontrar ninguno”.

Pedir ayuda. “Hay mucha gente que me ayuda con la información que se investiga. Después de las primeras 36 horas de la publicación en algunos sitios de codificación, recibí ayuda. Hay mucha información que se debe recopilar manualmente. Tengo un equipo de 12 alumnos de secundaria, tienen más o menos mi edad, están en el último año del instituto. Los conocí a todos por internet y están por todas partes. Muchos de ellos están en Asia”.

Tener paciencia. “Sacaba la información [del coronavirus] directamente de las fuentes gubernamentales y empecé a trabajar en el panel. No esperaba que fuera una pandemia global ni que la página web se volviera tan popular. Durante un tiempo, casi en todo enero, el tráfico era aceptable, como 30.000 visitas al día, ni poco, ni muchísimo. Me parecía estupendo ver que la gente lo usaba. Cuando se descubrió el primer caso del coronavirus en EE. UU lo puse en mi NextDoor local, y fue entonces cuando la gente empezó a decirme: ‘Esto es interesante’ [Schiffman vive en Washington (EE. UU.), donde tuvieron lugar los primeros casos del coronavirus en EE. UU.]. Al final, dos semanas después, alguien de NextDoor avisó a Geekwire, quien escribió un artículo sobre ncov, y a las 24 horas se volvió popular a nivel nacional. Ahora hay muchísimos rastreadores, pero ninguno de ellos tiene ni de cerca tanto tráfico como el mío, y la mayoría de ellos no se crearon a principios de enero”.

Ganas de aprender. “Yo uso web scraping. Es una técnica complicada, pero descarga el html de cualquier sitio web y luego lo analiza. Así, por ejemplo, obtuve la información del Departamento de Sanidad del Gobierno coreano. Puedo descargar las tablas del sitio y luego añadirlas a centenares de países, desglosarlas y todo eso. Mantener una página como esta [ncov] es muy complejo, y a medida que el virus aparece en más países, algunas cosas puntuales pueden salir mal. No soy programador profesional y no tenía los servidores para gestionar tanto tráfico, así que aprendí lo básico de Linux en un fin de semana y ahora lo uso para acceder a los servidores. Para las protestas de 2020 ya es automático y no manual.

Lo que pasa es que se puede aprender cualquier cosa online. Cualquier pregunta que tenga, literalmente la puedo buscar online o chatear con los desarrolladores. Suelen estar dispuestos a ayudar. Y lo más probable es que alguien haya tenido antes la misma pregunta que yo”.

Conocer los límites. “Se supone que todos los países deben tener esta información disponible, y en el caso de los países como Corea del Sur, probablemente sea fácil de entender y se puede confiar en ella. Pero existen gobiernos autoritarios como Rusia y China, donde es difícil saber si podemos fiarnos de esa información. Muchos de mis usuarios afirman que hay información no registrada en muchos lugares que podrían no tener la infraestructura para realizar test de diagnóstico, como algunos países de África. Y luego está el caso de Estados Unidos, que no ha hecho un buen trabajo.

No quiero ser odiado, pero [en comparación con otros países, en Estados Unidos] muchas cosas estaban muy desorganizadas. El mundo no estaba preparado para una pandemia como esta, y todo era caótico, pero Estados Unidos realmente no estaba preparado para una pandemia de esta escala”.

Tener en cuenta los costes. “Hablé con una persona que había creado un sitio similar de seguimiento y pagaba 622 euros al mes. Yo no pago nada, cero céntimos. Estoy usando un servidor privado y tuve un crédito de referencia de casi 90 euros a través de Linux que me llevó lejos. Creo que tuve que poner 4,5 euros en algún momento porque había muchas personas al mismo tiempo en el sitio web.

El CEO de Cloudflare me envió unas camisetas después de leer en una entrevista que yo usaba sus productos. Me explicó que nunca nadie hablaba bien de ellos y me dieron una cuenta ilimitada de Cloudflare con hosting gratuito. Así que ambos [ncov y el sitio de seguimiento de las protestas] están alojados de forma gratuita en este momento. De lo contrario, estaría pagando un par de miles [de euros] al mes”.

Recordar la misión y la responsabilidad. “¡Tener el mayor sitio de información sobre coronavirus es genial! Es una locura. Lo usan los epidemiólogos. Mucha gente confía en esta página web, y hay bastante presión internacional. Si surge algo y es de día en África y yo estoy durmiendo, bueno, tengo que solucionarlo y levantarme y abordarlo”.

No dejar que los troles lo frenen. “Muchas veces me levanto a las tres de la mañana para repasar el servidor web y resolver algunos problemas. Han pasado muchas cosas raras. No soy un desarrollador profesional, así que eso me lleva tiempo. Mucha gente ha dicho: ‘Oh, esto es tan fácil de programar que cualquier desarrollador experimentado podía haberlo hecho en una semana más o menos’. Pero yo pienso, ‘Si es tan fácil, ¿por qué otros no lo hacen?'”

La escuela está bien, pero lo que cuenta son las pasiones. “No fui a ningún campamento de formación ni a la universidad ni nada. Simplemente tengo mucha motivación propia para descubrir cosas. La mejor manera de aprender a programar, o lo que sea en general, es probar algo simple e ir resolviéndolo sobre la marcha.

No soy muy buen alumno en la realidad. No, en serio, era un estudiante muy malo. Mi nota media casi siempre rozaba el suspenso. He dedicado mi tiempo a cosas relacionadas con la programación. En la clase de cerámica, el profesor se daba la vuelta y yo me ponía a trabajar en mi sitio del coronavirus, que era lo que me apasionaba. No pude concentrarme en ninguna clase. Me quedaba despierto hasta muy tarde por la noche trabajando en la programación; mi asistencia a clases era del 60 %. Mis padres me regañaban mucho por eso. No les parecía importante mi programación. Yo era terrible en la escuela, así que tuve doble inscripción en el instituto público y en Mercer High School [donde asistía a clases], pero incluso allí, siempre estaba programando algo”.

Recordar quién eres, incluso si resulta tentador olvidarlo. “Muchos adultos me han preguntado por qué no he aceptado ninguna oferta para vender el sitio. Y sinceramente, no quiero hacerlo. Entiendo por qué los adultos están en contra de mi decisión. Yo solo quiero crear cosas que generen un gran impacto. Pude haber hecho algo realmente enorme y vivir el resto de mi vida en las Bahamas. Pero supongo que eso no me importa tanto; quiero seguir haciendo cosas de gran impacto para mucha gente. Además, si lo vendiera, habría anuncios. Eso crearía muchos problemas en caso de que quisiera cerrarlo en el futuro, y haría que el sitio fuera más feo. Me gusta tener el control de mis propios proyectos”.

El siguiente paso. “Tengo muchas ideas, supongo. Quiero hacer más. Estoy pensando en las elecciones, en la experiencia del usuario, en cómo hacer una buena interfaz. Estoy mejorando cada vez más en las experiencias de usuario. No quiero rastrear cosas para siempre. También me gusta mucho dormir. Sigo durmiendo todo el día.

¿Quizás, de alguna manera tengo la intención de ir a la universidad? [Pausa] Probablemente no iré a la universidad. Estoy trabajando en cosas más interesantes”.

Fuente: technologyreviews.es