Científicos descubren el ‘cronómetro’ de la división celular

Las células humanas tienen un “cronómetro interno” para dividirse: en cuestión de 30 minutos, como mínimo, ellas dividen el material genético dentro de su núcleo para dar origen a dos células hijas.

Científicos de la Universidad KU de Leuven, en Bélgica, descubrieron cuál es el mecanismo por el cual este cronómetro se enciende y se apaga. Esto podría traer grandes repercusiones en el tratamiento del cáncer, porque, a largo plazo, podría verse la forma de evitar que las células cancerosas se dividan.

Los resultados de este hallazgo fueron publicados este viernes en la revista Molecular Cell.

La división celular es de los procesos más dinámicos que realiza nuestro organismo. Solo por poner un ejemplo, en este momento ya no tenemos ni una sola de las células de piel que tuvimos hace un mes, porque ya se renovaron por completo. Por esta razón, el cronómetro con el que se dividen y replican debe funcionar de la mejor manera.

Los científicos tenían claro cómo se daba la división celular, pero no la función de ese reloj interno.

Lo primero que sucede cuando el cronómetro se enciende es que los cromosomas se duplican. Luego, dos husos llamados microtúbulos (moléculas que forman ‘haces’ o ‘paredes’ que sostienen la célula) se adhieren a cada cromosoma y los “jalan” hacia direcciones opuestas. Así es como forman los núcleos de la célula y esto es el inicio de dos nuevas células.

“Al principio del proceso de división celular, el reloj bioquímico comienza su tic-tac, justo en el momento en que un fosfato se adhiere a una proteína clave. Cerca de media hora después, el fosfato es removido. Durante este tiempo, los cromosomas están ‘en espera’, con lo que la célula puede añadir partes que no tenía o arreglar sus anomalías”, explicó en un comunicado de prensa Junbin Qain, autor principal del reporte.

“Lo que vimos es que este mismo cronómetro les da tiempo a las células de repararse así mismas algún error que encuentren. Es como si pudieran poner ‘pausa’ para realizar este trabajo y luego garantizarse dos células hijas sanas. ¿Cuánto dura este proceso del cronómetro? No hay un tiempo definido, varía según el tipo de célula”, añadió.

Usualmente, eso sería todo: una célula da origen a dos células hijas y, posteriormente, cada una de ellas daría origen a otras dos células hijas y así sucesivamente. Sin embargo, no siempre es así.

“A veces hay problemas con la adherencia de los microtúbulos a los cromosomas. A veces hay un componente ‘desaparecido’ y esto hace que no se forme la célula hija. En otras ocasiones, los microtúbulos se separan, pero una de las células hijas obtiene sus dos copias y la otra se queda sin ellos, con lo que se produce una célula con muchísimos cromosomas y otra con una cantidad sumamente pequeña”, expresó Mathieu Bollen, uno de los investigadores.

“Estas anomalías usualmente llevan a las células a morir, pero también puede darse lo contrario, pueden más bien aumentar la velocidad del proceso de división celular y dar origen a células cancerosas”, agregó.

¿Aliado contra el cáncer?

Aunque estos resultados aún pueden considerarse preliminares para saber las posibles aplicaciones, los científicos sí consideran que puede ayudar en la lucha contra el cáncer, pues el cronómetro podría “apagarse” antes de que las células malignas se dividan y así evitar que se formen más.

“Ya algunos medicamentos contra distintos tumores buscan atacar los microtúbulos. Desgraciadamente, esos fármacos son tóxicos y tienen muchos efectos secundarios. Además, las células malignas están creando resistencia hacia esas sustancias y llegará el momento en que se hagan inmunes a ella”, manifestó Bollen.

“Ahora que sabemos cómo funciona el cronómetro podemos comenzar a buscar tratamientos que frenen la división celular, haciendo que las células mueran. Esto podría ayudar como complemento de las terapias actuales, porque estaríamos atacando las células cancerígenas desde varios frentes”, concluyó.

Sin embargo, los científicos se muestran cautos, pues aún es mucho lo que debe estudiarse del funcionamiento celular antes de poder probar moléculas que “jueguen” con el tiempo del cronómetro celular.

Fuente: nacion.com