El cerebro tiene neuronas sociales

Neurocientíficos franceses han descubierto que el cerebro, cuando tiene que hacer algo, activa neuronas diferentes dependiendo de si hay alguien más en el entorno, confirmando así la existencia de neuronas sociales, informa el CNRS en un comunicado.

Lo han comprobado en investigaciones realizadas con monos, cuyos resultados se publican en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience. Este descubrimiento mejora nuestra comprensión del cerebro social y permite comprender mejor el fenómeno de la facilitación social.

La facilitación social, presente en todas las especies que viven en grupo, llamadas especiales sociales, es la tendencia que tienen las personas a ejecutar mejor tareas simples cuando son observadas por otros, que cuando se encuentran solas. Por ejemplo, en una carrera ciclista, la presencia de otros ciclistas tiende a mejorar el rendimiento de los participantes. El descubrimiento puede explicar esta tendencia, observada desde 1898.

Un desafío mayor de las neurociencias consiste en comprender el funcionamiento del cerebro en su entorno social. La colaboración inédita entre un especialista de la neurofisiología del primate con un especialista en psicología social experimental, ha descubierto la existencia de dos nuevas poblaciones de neuronas en el córtex prefrontal, a las que han calificado de “neuronas sociales” y “neuronas asociales”.

La mayor parte de las áreas cerebrales están asociadas a tareas específicas. Algunas, conocidas por estar especializadas en el tratamiento del aspecto social de las informaciones, constituyen el así llamado cerebro social.

En una investigación desarrollada por Marie Demolliens, Driss Boussaoud y Pascal Huguet, del CNRS, estos científicos propusieron a los monos una tarea en la cual debían asociar una imagen, presentada en una pantalla, a uno de los cuatro elementos presentados en las esquinas de la misma pantalla.

Esta tarea asociativa implica al córtex pre-frontal, pero no a las áreas cerebrales llamadas sociales. Los investigadores registraron la actividad eléctrica de las neuronas en el córtex pre-frontal durante el ejercicio presentado a los monos, durante el cual había momentos en los que estaban acompañados y otros en los que estaban solos.

Aunque las neuronas registradas en el córtex pre-frontal están implicadas principalmente en la realización de la tarea visual motriz, esta investigación descubrió que la mayoría de estas neuronas son sensibles a la presencia o ausencia de otro mono en el momento de realizar la prueba asociativa.

Solo o acompañado

Comprobaron que algunas neuronas no se activan durante el ejercicio propuesto sino cuando un congénere está presente (de ahí el nombre de neuronas sociales), mientras que otras sólo se activan cuando el mono que realiza la prueba está solo.

Además, descubrieron con sorpresa que cuando las neuronas sociales se activan en presencia de un congénere, el mono que está haciendo la prueba obtiene el éxito con más facilidad. De ahí concluyen que las neuronas sociales están en la base de la facilitación social.

Asimismo, cuando las neuronas asociales se activan cuando el mono está solo, también se facilita el éxito de la tarea, pero no tanto como cuando está acompañado y se activan las neuronas sociales.

Los investigadores han podido comprobar también que si se activan las neuronas sociales cuando el mono está solo, o si se activan las neuronas asociales cuando está acompañado (algo que ocurre pocas veces), el éxito en la realización de la tarea disminuye.

Estos trabajos revelan la importancia del contexto social en el funcionamiento de la actividad neuronal y sus consecuencias en el comportamiento: para una misma tarea, el cerebro no utiliza siempre las mismas neuronas, sino que depende de la presencia o no de un congénere para usar unas u otras neuronas.

Las neuronas sociales, por tanto, no están presentes solamente en las regiones cerebrales eminentemente sociales, sino que están distribuidas por todo el cerebro para permitir la realización de diferentes tareas, ya sean sociales o no.

Esta constatación obliga a repensar el cerebro social, así como algunos trastornos del comportamiento característicos de enfermedades como el autismo y la esquizofrenia.

Fuente: tendencias21.net