Buscar señales de vida en otros mundos con un poder de detección diez mil veces mayor

Existen diversos instrumentos, desde telescopios gigantes para escrutar el cosmos hasta robots para explorar la superficie de otros mundos, con los que se buscan señales de vida fuera de la Tierra. Hasta ahora, nada de ello ha servido para obtener pruebas definitivas de la existencia de vida más allá de la Tierra. Ahora, unos científicos han desarrollado una nueva herramienta que puede buscar señales de vida con una sensibilidad 10.000 veces mayor que la alcanzada por los instrumentos transportados en viajes espaciales anteriores.

Una vía para encontrar vida en otros planetas (o lunas) consiste en la búsqueda de señales de la existencia de aminoácidos, sustancias orgánicas que son esenciales para la vida en la Tierra. Pero buscar estas moléculas en la superficie de Marte o en las de otros astros ha resultado ser un gran reto. El robot Curiosity, que explora la superficie de Marte desde 2012, intentó conseguir esto, pero los experimentos de a bordo para identificar sustancias orgánicas en muestras marcianas se vieron complicados por reacciones con otros materiales en las mismas muestras. Así que Peter A. Willis, Jessica Creamer y Maria F. Mora, del Laboratorio de Propulsión a Chorro, en Pasadena, California, EE.UU., decidieron resolver el problema planteado con esta limitación.

Estos investigadores crearon métodos basados en electroforesis capilar para procesar muestras de tierra o hielo y detectar hasta 17 aminoácidos diferentes de forma simultánea. Este grupo concreto de aminoácidos puede encontrarse en grandes cantidades en muestras biológicas y en muestras no biológicas, pero si sigue ciertos patrones puede ser un indicador de vida. Los investigadores validaron su método analizando muestras procedentes del Lago Mono de California, una masa de agua extremadamente salada, comparable en bastantes aspectos a las masas de agua salada que, al parecer, existen en Marte y en algunas lunas de otros planetas de nuestro sistema solar. Los nuevos métodos detectaron los aminoácidos con una sensibilidad 10.000 veces superior a la conseguida con enfoques analíticos anteriores, e identificaron tres biofirmas distintas delatadoras de la presencia de vida.

Fuente: noticiasdelaciencia.com