Aprende a tocar la batería y tendrás un cerebro más eficiente, lo dice la ciencia

Un estudio realizado en Alemania reveló los cambios que suceden en el cerebro cuando alguien se dedica a tocar al batería y su relación con el fenómeno de la inhibición motora.

La investigación reclutó a 20 bateristas profesionales con más 17 años de experiencia en promedio y a otras 20 personas que no tocaban ningún instrumento musical para diferenciar las reacciones en su sistema nervioso central.

Redobles, por favor….

La primera parte del ensayo consistió en que los participantes siguieran ritmos batería sobre un drum kit de los que se usan comúnmente para jugar Guitar Hero o Rock Band. Los golpes, la rítmica, la precisión y la velocidad se registraron a través de un software llamado Drum Brain.

Las secuencias rítmicas a seguir fueron asignadas por dos bateristas profesionales que no fueron parte de los sujetos de prueba. Cada vez que un participante atinaba a tocar el tambor correcto se le dio un punto: 1,088 fue la puntuación más alta registrada.

Luego de la prueba musical, se realizó una resonancia magnética en la que se pidió a los participantes mantenerse lo más quietos posible para que no hubiera variaciones en el escaneo de la masa cerebral. El escaneo permitió conocer la reacción en los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro y la producción de materia blanca.

La resonancia permitió confirmar que los participantes con las puntuaciones más altas de la primera prueba eran precisamente aquellos que liberaban más materia blanca en los cuerpos callosos anteriores de los hemisferios del cerebro.

Los investigadores establecieron que gracias a esa reacción, el sistema nervioso central de los bateristas no debe esforzarse mucho para indicar funciones motoras, pues la corteza cerebral está muy desarrollada.

Así vibra el cerebro de un percusionista

Mickey Hart, baterista de la banda inglesa The Grateful Dead y el neurocientífico Adam Gazzalay han colaborado en un proyecto que muestra todas las reacciones que el cerebro vive cuando se toca la batería.

Para estudiar las reacciones mientras el músico toca, se le coloca un casco especial que permite observar las pulsaciones y el movimiento de sus ondas cerebrales. Cuando los ritmos se hacen con cautela, el cerebro emite pequeñas pulsaciones que se intensifican con cada movimiento del baterista.

Gazzalay dice que los percusionistas y los bailarines presentan una producción de ondas cerebrales similares debido a que sus disciplinas les exigen dominar espacios de tiempo continuos.

Ambos estudian la posibilidad de que reproducir ritmos ayude a tratar afecciones mentales, ya que el propio músico ha comentado que su abuela con Alzheimer recobraba el conocimiento de manera breve cada vez que él tocaba en la casa donde vivían.

Aún no han descrifrado a qué se pudiera deber esa reacción, por lo que el campo de estudios que relaciona a los científicos y los bateristas sigue abierto y dará mucho de qué hablar.

Fuente: vix.com.es