Qué necesitas para que te contraten en Silicon Valley: un mexicano nos lo explica

David Montiel es originario de Tamaulipas y ha trabajado en Google, Linkedin, eBay y XING. Hoy tiene su propia empresa en Alemania. Este es el camino que siguió en su carrera como programador

David Montiel pudo dedicarse a la música, pero decidió ser programador. Hoy dirige su empresa en Alemania y aunque no es músico, llevó las enseñanzas de su juventud a cada lugar que pisó.

David nació en Tampico, Tamaulipas en 1983. Estudió ingeniería en sistemas computacionales y cuando estuvo listo, aplicó por una vacante de prácticas profesionales en la India.

Cuando regresó al país trabajó en la empresa mexicana Softek, donde se especializó en el lenguaje de programación Java. Fue en esa época que le ofrecieron una oportunidad única: Google necesitaba nuevos programadores y él estaba entre las personas con la experiencia suficiente para aplicar.

“Me contactó una empresa argentina que se llama Globant. En ese momento contrataban por outsourcing para empresas más grandes. El proyecto tenía que ver con mandarme a California a trabajar en Google para desarrollo de software”.

David aprobó una serie de entrevistas y pruebas de habilidad, todas en inglés, primero con el outsourcing y después en Google. Pero el momento decisivo ocurrió al solicitar la visa de trabajo y al menos en su caso, la experiencia laboral y su nivel del idioma fueron determinantes para que se la autorizaran.

Todavía no llegaba su título universitario pero ya contaba con experiencia laboral en India y México. Además fue profesor de inglés desde la adolescencia, así que contaba con un nivel avanzado del idioma.

“Pero sí tenía una carta de recomendación, la carta de petición de Globant y de Google. El factor decisivo en la embajada fue que a mí ya me habían dado una visa de trabajo para ir a la India. Con eso decidieron que no era tan necesario tener el título universitario”.

Así, viajó a California y se dio cuenta de que ahí el panorama era muy distinto. Estar en Google implicaba mayor exigencia: “Eso fue una gran motivación para subir mi nivel, tanto de conocimientos como de disciplina y ser lo más productivo posible”, dice.

México es el séptimo país con más migrantes altamente calificados en el mundo, de acuerdo con datos de Statista. Los primeros lugares los ocupan India, China y Filipinas. David comenta que dar este salto en su carrera no fue sencillo, pero la decisión le abrió nuevas puertas.

“La verdad es que el inicio fue de mucha duda. A mí me gustaba trabajar para una empresa mexicana y no lo tomaba a la ligera, pero la oportunidad era demasiado grande para dejarla pasar”.

La decisión

Había pasado casi un año desde que David dejó México. La empresa que lo contrató lo envió a un nuevo proyecto en Linkedin, una red social orientada a la búsqueda de empleo que también tiene su sede dentro de Silicon Valley.

“No era un cambio radical. Físicamente estaban muy cerca dentro de la misma ciudad. Estuve un año y aprendí muchísimo, es una empresa más pequeña y un poco más ágil. Google era más grande y había mucha burocracia para la toma de decisiones”, dice.

David decidió salir de Estados Unidos y encontró empleo en Alemania, inicialmente por el mismo outsourcing. Después de un tiempo le ofrecieron un contrato y desde entonces vive en Berlín.

“Aquí la cultura es distinta y también estaba en un momento distinto de mi vida. En Estados Unidos yo venía de viajar y me gustaba más la idea de continuar moviéndome solo para ver más cosas y para conocer más. Ya en Alemania empezaron a ser claras las desventajas de eso: en los proyectos te contrataban por tres meses, o a veces seis, y no había muchas garantías”.

Así que no lo pensó dos veces cuando le preguntaron si quería ser contratado en Berlín y después de cuatro años de vivir ahí, pudo tramitar su residencia permanente. “No supe si iba a tener otra oportunidad de que me ofrecieran un trabajo permanente, y la tomé”, dice.

Un día, de camino al trabajo David comenzó a escribir algunas líneas de código que luego se convertirían en una exitosa aplicación para aprender idiomas: Beelinguapp.

Beelinguapp nació como un proyecto personal donde David practicaba su alemán. Su pasión por la música le dio la idea de programarla como un karaoke donde se puede leer en dos idiomas de manera simultánea.

“Estaba usando tanto la lectura paralela, como los audiolibros, y me di cuenta de que podía combinarlos para crear una experiencia de aprendizaje de idiomas única, inmersiva y altamente efectiva”.

La aplicación ganó varios concursos, incluidos los WeWork Creator Awards de Alemania en 2018, el reconocimiento Editor’s Choice de Google Play y este año se unió a la aceleradora Techstars Berlin.

Desde hace cinco años David se dedica de lleno a Beelinguapp, que hasta la fecha ha obtenido 3.5 millones de descargas orgánicas desde Android y iPhone.

Ahora la compañía va extendiéndose gracias a colaboradores de distintos países y varios programadores mexicanos que han contratado a lo largo del tiempo.

Un consejo para los que inician

“No estoy seguro que el camino por el que yo pasé sea el habitual. Yo creo que la primera recomendación es acercarte físicamente (obviamente no es fácil). Pero para cualquier empresa es mucho más sencillo contratar a alguien que ya está legalmente en un país”, dice.

Sin embargo, los conocimientos en algún tipo de tecnología emergente son un plus para los candidatos, opina David. Una de las maneras de lograrlo es estar atentos a las tendencias y prepararse en esa área.

“Puedes tener la suerte de que te interese algo que de repente empieza a ser popular. La otra es un poco más fría, y es ver cuáles tecnologías están creciendo. Vas a estar a tiempo de prepararte pues esas tendencias duran al menos un par de años”.

Los reclutamientos tradicionales ayudan, pero sugiere tener una red de contactos en distintas empresas donde se desee trabajar. En su experiencia, las grandes empresas de tecnología piden recomendaciones a sus empleados y de hecho, les ofrecen incentivos para hacerlo:

“En muchas empresas grandes donde he trabajado te pagaban alrededor de 5 mil dólares si tú recomendabas a alguien que terminara contratado”, concluye.

Fuente: milenio.com