Observan en el antihidrógeno un fenómeno típico del hidrógeno
En el universo actual, los astros y todo lo que nos rodea en nuestra vida cotidiana están hechos de materia. La antimateria, a la que podríamos definir coloquialmente como el duplicado invertido de la materia, comparable a una imagen y su reflejo en un espejo, solo existe de manera natural en el universo actual durante instantes fugaces, en el marco de fenómenos físicos de alta energía.
En la Tierra, desde hace décadas podemos crear antimateria de manera artificial, aunque durante mucho tiempo ello estuvo limitado a sus partículas subatómicas constituyentes y solo desde fechas más recientes también ha sido posible obtener un átomo completo de su elemento químico más simple, el antihidrógeno (el “duplicado invertido” del hidrógeno).
Hay muchos enigmas sobre la antimateria, incluyendo todo lo relativo a sus propiedades químicas y físicas. Además de por su aureola de misterio, la antimateria resulta inquietante por el hecho de que cuando materia y antimateria entran en contacto se aniquilan mutuamente, liberando una cantidad colosal de energía, muy superior a la de cualquier reacción nuclear.
Por primera vez, unos físicos en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) han observado la transición Lyman-alfa en el antihidrógeno.
Dicha transición es la más básica e importante en los átomos de hidrógeno normales, y haber observado el mismo fenómeno en el antihidrógeno abre una nueva era en la ciencia de la antimateria, tal como destaca Takamasa Momose, de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá y miembro del equipo de investigación. Momose, además, lideró el desarrollo del sistema láser usado para manipular el antihidrógeno.
La transición Lyman-alfa, vista en el hidrógeno por vez primera hace más de 100 años, se mide como una serie de emisiones ultravioleta que ocurren cuando un electrón de un átomo de hidrógeno es inducido a pasar de un orbital bajo a uno alto (esencialmente, dos estados energéticos). Usando pulsos láser que duran nanosegundos, el equipo de Momose consiguió provocar la misma transición en varios cientos de átomos de antihidrógeno atrapados magnéticamente en un vacío.
Fuente: noticiasdelaciencia.com