Nuevo y potente instrumento capaz de detectar huellas de vida en Marte si las hay
Una técnica de teledetección que utilizan actualmente los militares estadounidenses para monitorizar el aire de forma remota a fin de detectar sustancias potencialmente peligrosas así como patógenos, ha inspirado el diseño de un nuevo instrumento que podría “olfatear” la existencia de vida en Marte y en otros astros en el sistema solar: el llamado BILI (Bio-Indicator Lidar Instrument).
Branimir Blagojevic, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos, trabajaba antes para la compañía que desarrolló el sensor. Ha adaptado la tecnología para crear un prototipo del nuevo instrumento, demostrando en pruebas que la misma tecnología base de teledetección remota utilizada para identificar amenazas biológicas en lugares públicos podría ser efectiva para detectar biofirmas orgánicas en Marte.
BILI es un dispositivo de inspección de tipo LiDAR (llamado así por las siglas en inglés de LIght Detection And Ranging) que se basa en la fluorescencia. Es un instrumento de teledetección similar al radar en cuanto a sus principios y operación. En vez de usar ondas de radio, sin embargo, los instrumentos lidar usan luz para detectar y analizar la composición de partículas de materia en la atmósfera.
Como herramienta de exploración planetaria, el equipo de Blagojevic, Melissa Trainer y Alexander Pavlov, imagina al BILI principalmente como el “sentido del olfato del un robot móvil”.
Situado en una parte alta del robot, el BILI escanearía primero el terreno en busca de penachos de polvo. Una vez detectados, el instrumento ordenaría a sus dos láseres ultravioleta enviar pulsos de luz hacia el polvo. La iluminación causaría que las partículas dentro de las nubes de polvo resonaran o mostraran fluorescencia. Analizando esta última, los científicos podrían determinar si el polvo contiene partículas orgánicas creadas de forma relativamente reciente o en el pasado.
En definitiva, si las biofirmas están ahí, podrían ser detectadas en el polvo.
Fuente: noticiasdelaciencia.com