Así son las nuevas cabinas antiestrés que están probando en los almacenes de Amazon

Amazon está probando una novedad que pocos esperaban: cabinas para ayudar a que los empleados combatan el estrés.

En diversas ocasiones hemos podido leer artículos sobre el estrés y las condiciones con las que se trabaja en los almacenes de Amazon. La rapidez con la que se deben gestionar los pedidos, la monitorización constante de los movimientos y otras circunstancias provocan que muchos empleados sufran problemas físicos y mentales. De cara a atenuarlo, en Amazon están probando una solución insólita.

En vez de cambiar la dinámica general de trabajo, de momento han iniciado el programa WorkingWell que tiene el objetivo de ofrecer a los trabajadores “actividades físicas y mentales, ejercicios de bienestar y apoyo para una alimentación saludable” con el objetivo de “ayudarlos a recargarse y revitalizarse”, según apuntan en Gizmodo.

¿Y cuáles son las medidas tomadas? Desde momentos para hacer yoga o estiramientos a la instalación de unas cabinas a las que califican como “quioscos interactivos individuales” que tienen un aire distópico bastante marcado.

Estas ZenBooths tienen el tamaño de una cabina y en su interior se puede recibir ayuda y realizar “actividades físicas y mentales, ejercicios de bienestar y apoyo para una alimentación saludable”.

En el interior de estas cabinas han instalado un escritorio con un monitor, colocado plantas, un ventilador y un tragaluz para ver el cielo. El objetivo es romper con la rutina de trabajo, aunque, como era de esperar, la medida ha sido recibida con estupor en redes sociales y calificada en general como un armario de la desesperación.

En este breve vídeo compartido en Twitter se puede comprobar cómo es la cabina. Por lo poco que se puede observar, resulta decepcionante para lo que se podía imaginar en cuanto a los detalles del interior.

Los problemas en los almacenes de Amazon no son casos aislados según la información publicada en Gizmodo: en 2019 se registraron al menos 14.000 lesiones graves, unas 7,7 por cada 100 empleados. Visto esto, cabe pensar que se deben buscar soluciones a la situación que seguramente irán más lejos de estas cabinas.

Fuente: computerhoy.com