Un gen, detrás de los cambios de humor más drásticos antes de la menstruación

Investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos han descubierto nuevos mecanismos genéticos que parecen estar detrás de la susceptibilidad de la mujer a desarrollar irritabilidad, tristeza y ansiedad antes de comenzar su período menstrual, padeciendo el llamado trastorno premenstrual disfórico (PMDD en inglés). Esta dolencia afecta a entre el dos y al cinco por ciento de las mujeres en edad reproductiva y es mucho más severa que el más frecuente síndrome premenstrual.

“Hemos descubierto que la expresión (funcionamiento) en un complejo de genes no está regulada, lo que apoya la hipótesis de que el PMDD se produce como consecuencia de un desorden en la respuesta de las células ante la presencia de estrógeno y progesterona”, ha explicado en un comunicado Peter Schmidt, investigador del NIH, y coautor de un estudio que se ha publicado recientemente en la revista Molecular Psychiatry.

En opinión de Schmidt, identificar este grupo de genes podría abrir una vía para diseñar nuevos tratamientos ya no solo para el trastorno premenstrual disfórico, sino quizás para otros desórdenes de cambios de humor relacionados con hormonas reproductivas.

“Es un gran momento para la salud de la mujer, porque este estudio apoya la idea de que las mujeres con trastorno premenstrual disfórico tienen una diferencia intrínseca en sus genes que cambia su respuesta a las hormonas sexuales”, ha dicho David Goldman, otro investigador del NIH y coautor también del estudio. “Demuestra que no solo padecen comportamientos emocionales que puedan controlar a voluntad”.

Base genética del síndrome premenstrual

En los noventa ya se comenzó a vislumbrar la base genética del síndrome premenstrual, un amplio rango de síntomas que algunas mujeres sienten durante la segunda mitad del ciclo menstrual y que pueden estar relacionados con cambios de humor, entre otras cosas.

Por entonces, se concluyó que aquellas mujeres que lo experimentaban regularmente, eran anormalmente sensibles a los cambios en los niveles de hormonas sexuales. Más adelante, se concluyó que el síndrome premenstrual tenía una base genética, y que era heredable en un 56 por ciento (esto quiere decir que los genes están detrás de su aparición, pero que también hay otros factores implicados).

Los investigadores ya tenían pruebas de que los cambios en los niveles de hormonas sexuales disparaban el trastorno premenstrual disfórico. Para observarlo directamente, cultivaron células en el laboratorio, en concreto glóbulos blancos, de mujeres que sufrían este trastorno y de otras que no. Después, analizaron los niveles de expresión, o sea, el funcionamiento, de los genes, a la vez que alteraban los niveles de hormonas sexuales.

Cambios en las células

Gracias a eso descubrieron que un complejo de genes estaba más activos de lo normal en mujeres afectadas por este trastorno. Se trataba del grupo de genes ESC/E(Z), un sistema que suele responder al medio ambiente, lo que incluye factores estresantes y hormonas sexuales.

Además, los niveles de ciertas proteínas clave subían o bajaban de forma anómala, lo que sugirió que las células no respondían adecuadamente a los niveles de hormonas sexuales.

“Por primera vez tenemos una evidencia a nivel celular de un proceso anómalo de señalización que aparecen en mujeres con trastorno premenstrual disfórico, y una plausible causa biológica para su sensibilidad anormal a los niveles de estrógenos y progesterona”, ha concluido Schmidt.

Los investigadores ahora tratan de hacer pruebas similares en neuronas, con la esperanza de entender cómo los cambios en los niveles de hormonas sexuales acaban influyendo en el funcionamiento del cerebro, y por lo tanto en el comportamiento.

Fuente: abc.es/ciencia