Óscar y su corazón del siglo XXI: “Tengo ganas de vivir, de hablar, de andar…”

Una persona, cargada con una mochila a la espalda, avanza con paso lento, pero firme, por los pasillos de lo que parece ser un hospital. El hombre no lleva en su mochila el chubasquero y el ‘bocata’ que preludian un paseo por el monte. En el macuto van bien resguardadas las baterías que le enchufan a la vida y que mueven el corazón artificial, recién implantado en su pecho.

Óscar L.E, navarro de 47 años, sigue avanzando parsimonioso y llega a un mostrador de madera, que puede confundirse con la barra de un bar. “¿Unas cañas tenéis para sacar aquí?” La broma desata las risas de quienes están al otro lado de la ‘barra’. Una ‘barra’ que no era la de un bar sino el puesto de enfermería de la planta de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra. “No podemos, Óscar”, le dicen.

La anécdota refleja el “buen humor” y las “ganas de vivir” de la persona a la que el pasado 21 de septiembre se le implantó, por primera vez en España, un corazón artificial total en sustitución de su cansado y enfermo corazón biológico. “Cada vez me encuentro mejor. Tengo mejor carácter, ganas de hablar, de vivir, de andar…”

“Cuando empecé con los problemas era albañil y entonces tenía 28 años, de un día para otro empecé que no podía levantar una piedra y no podía hacer nada. Ya me dijeron en esos tiempos que mi corazón estaba para trasplante”.

Óscar L. E. pasó las tres primeras semanas de septiembre conectado a una bomba extracorpórea para conseguir rehabilitar su estado de salud y poder encarar así la intervención para implantarle un corazón artificial. El pasado 21 de septiembre pudo entrar en quirófano y salir de él con un dispositivo SynCardia que late en lugar de su corazón.

“Hasta mi enfermedad cardiaca, yo había sido una persona muy activa. Pero a raíz del deterioro de mi corazón llegó a resultarme imposible hacer el más mínimo esfuerzo. Esto me produjo un gran bajón anímico. Pero ahora me voy viendo mejor día a día”, recuerda desde su habitación de la Clínica.

“No podía ni dormir”

El paciente relata cómo pasó largas temporadas en las que “no podía ni dormir. Me echaba en la cama y sentía que me ahogaba, me asfixiaba, porque mi corazón no tenía fuerza. He llegado a permanecer hasta 15 días sin dormir mirando por la ventana de mi habitación”. Un problema que ahora ya está superado.

Por primera vez en España, se implanta con éxito un corazón artificial completo https://t.co/yHluTCSuuApic.twitter.com/90IZaYr0Rl

— Clínica Uni. Navarra (@ClinicaNavarra) 2 de diciembre de 2016

Dos meses después de la intervención, el primer paciente de España al que se le ha implantado con éxito un corazón artificial completo asegura que, a pesar de seguir hospitalizado, ha mejorado muchísimo respecto a su situación previa a la operación: “Antes casi no podía ni atarme los cordones de los zapatos. Hace un año empecé teniendo que ingresar una semana de cada cinco, pero acabé este año ingresando cuatro semanas y pasando sólo una en casa”, recuerda.

Muchos meses ingresado

Tal circunstancia se prolongó hasta agosto de este año, momento en el que acudió a la consulta debido al deterioro físico que sentía. “Y ya no salí. Tenía muy bajos los niveles de potasio, entre otros… Me dijeron que tenía que quedarme ingresado para estabilizarme esos niveles que tenía descompensados. Y hasta ahora”.

Al observar la precariedad de su estado físico, “el equipo de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra, los doctores Gavira y Rábago, me plantearon la posibilidad de colocarme un corazón artificial. Y no me lo pensé dos veces porque era consciente de la gravedad de mi estado. Realmente no tenía otra opción porque mis órganos se estaban deteriorando mucho y ni siquiera podía salir de la Clínica para volver a casa. Así que accedí enseguida. Una semana después ya estaba en el quirófano”, recuerda el paciente. No lo dudé, “remacha”, “el postoperatorio ha sido muy complicado, pero si ésta era la recompensa, ha merecido la pena”.

El doctor Rábago ha explicado que Óscar tenía “una cardiomiopatía muy dilatada. Estaba en lista de espera para un trasplante, pero no se encontraba uno”. Óscar explica que, como él es muy grande, hacía falta un corazón de una persona de 100 kilos, y que él además tiene un grupo sanguíneo raro. “No podían poner en un Ferrari el motor de un seiscientos”, dice como ejemplo de por qué no encontraba un donante adecuado.

Baterías portátiles

Hace tres semanas recibió otra buena noticia en este duro pero esperanzador trayecto de su recuperación. Llegó desde Berlín la consola portátil que lleva el dispositivo regulador del corazón artificial y las baterías para su funcionamiento. Con ella puede trasladarse sin problemas de un lugar a otro portándola en una mochila. Hasta entonces permanecía conectado a una consola de gran tamaño a la espera de la portátil.

Primer corazón artificial total en España, estamos viendo el vídeo de la intervención y el paciente! pic.twitter.com/9rGHAnPEMT

— Clínica Uni. Navarra (@ClinicaNavarra) 2 de diciembre de 2016

Óscar ha empezado ya a utilizar la mochila con este dispositivo de control para sus desplazamientos más cercanos por los pasillos de la Clínica. Día a día, el paciente navarro progresa en la distancia de sus trayectos, en la fortaleza de sus piernas y, en definitiva, en la de su estado físico general.

Ahora, aparte de caminar, en el gimnasio practica bicicleta y cinta, algo que hace tres meses ni se imaginaba. Óscar afronta a partir de este momento, una nueva etapa, la de volver a su casa y desenvolverse con normalidad en su municipio, en los paseos por el entorno y en las visitas a sus vecinos.  “No me quiero ir a casa hasta que esté recuperado del todo. Aquí me siento muy seguro”, dice.

“Pero ahora voy a esperar el trasplante muy tranquilo”. Eso sí, no duda de que, cuando llegue a su pueblo, “algo de cachondeo habrá”. “No soy muy de fiestas, pero una cena con los amigos habrá que hacer”, dice.

“Soy el primero en España en ponerme una corazón total artificial… Alguien tiene que ser el primero”, dice, a la vez que afronta esperanzado el futuro: “Con este corazón podré hacer cosas, que es lo que me entretiene, lo que me expande. Tengo ganas de ver a mis perros, llevo 4 meses fuera y ya igual ni me conocen”, dice con la sonrisa dibujada en su rostro. En fin. La vida. la nueva vida de Óscar con su corazón del siglo XXI

Fuente: lainformacion.com