La meditación produce efectos más duraderos que las vacaciones

Científicos de la Escuela de Medicina Icahn en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, la Universidad de California en San Francisco, y la Escuela de Medicina de Harvard (EU) han realizado un estudio rigurosamente diseñado para evaluar el impacto biológico de la meditación en comparación con las vacaciones.

Examinaron el efecto de la meditación en los patrones de expresión génica en meditadores principiantes regulares, y encontraron que las vacaciones ofrecen un impacto fuerte e inmediato en las redes moleculares asociadas con el estrés y las vías inmunológicas, además de mejoras a corto plazo en el bienestar, medido según las sensaciones de vitalidad y angustia.

Un retiro de meditación, en aquellos que meditan de forma regular, se asoció con redes moleculares caracterizadas por actividad antiviral. La huella molecular de los meditadores a largo plazo era distinta a la de los no meditadores de vacaciones. El estudio se ha publicado en la revista de Springer Translational Psychiatry.

En el estudio participaron 94 mujeres sanas, de 30-60 años de edad. Sesenta y cuatro mujeres no eran meditadoras regulares. Las participantes estuvieron en las mismas instalaciones de California durante seis días, y se asignó al azar de manera que la mitad estuviera simplemente de vacaciones, mientras que la otra mitad realizó un programa de entrenamiento de meditación dirigido por el Centro Chopra para el Bienestar.

El programa de meditación incluyó formación en la meditación con mantras, yoga y ejercicios de autoreflexión, diseñada por Deepak Chopra, que no participó en la recolección ni el análisis de los datos.

Para una mayor comprensión de los efectos a largo plazo de lo que los científicos denominaron el “efecto de la meditación” en comparación con el “efecto de las vacaciones”, el equipo también estudió a un grupo de 30 meditadores experimentados que ya estaban inscritos en el retiro esa semana.

Los investigadores recogieron muestras de sangre, y encuestas de todos los participantes, inmediatamente antes y después de su estancia, así como encuestas un mes y diez meses más tarde.

“Este trabajo pone de relieve la importancia de los estudios centrados en las personas sanas”, dice Eric Schadt, autor principal del artículo y profesor de Genómica de la Facultad de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí, en la nota de prensa de éste.

El equipo de investigación examinó los cambios en 20.000 genes para determinar qué tipos de genes cambiaron antes y después de la experiencia. Los científicos realizaron un análisis integrador transcriptómico, comparando las redes de expresión génica a través de los tres grupos de participantes y buscando perfiles moleculares y patrones de vías de enriquecimiento singulares.

Los resultados del estudio muestran que todos los grupos -meditadores novatos, meditadores experimentados y turistas- tuvieron cambios significativos en los patrones moleculares de la red después de la semana en el complejo, con una huella clara que distinguía la referencia de la biología post-vacacional.

Los cambios más notables en la actividad de los genes estaban relacionados con la respuesta al estrés y la función inmune.

Bienestar

Los investigadores evaluaron las medidas declaradas de bienestar. Aunque todos los grupos mostraron mejoras hasta un mes más tarde, los meditadores novatos tuvieron menos síntomas de depresión y menos estrés mucho más tiempo que los no meditadores.

Los efectos psicológicos parecen ser duraderos y se desconoce cuánto de este beneficio más duradero puede ser debido a la práctica continuada o a cambios duraderos en cómo ve la gente los acontecimientos de sus vidas.

“Es intuitivo que tomar unas vacaciones reduce los procesos biológicos relacionados con el estrés, pero aun así era impresionante ver los grandes cambios en la expresión génica producidos por estar lejos de los ritmos del trabajo, en un ambiente relajado, un corto período de tiempo. Estos resultados tendrán que ser replicado para ver si los cambios se invocan de manera fiable en las mismas circunstancias, en futuros estudios, y comparados con un grupo control en sus hogares”, dice Elissa S. Epel, profesora de Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco, y primera autora del estudio.

“Según los resultados, el beneficio que experimentamos de la meditación no es estrictamente psicológico: hay un cambio claro y cuantificable en cómo funcionan nuestros cuerpos”, dice Rudolph Tanzi, profesor de Neurología en la Universidad de Harvard, y director de la Unidad de Investigación sobre Genética y Envejecimiento del hospital general de Massachusetts.

“La meditación es una de las maneras de realizar actividades de recuperación que pueden proporcionar alivio a nuestro sistema inmunológico, aliviar la tensión del día a día de un cuerpo constantemente tratando de protegerse a sí mismo. La predicción es que llevaría a un envejecimiento más saludable”.

Fuente: tendencias21.net