Investigadores españoles logran con biomarcador en sangre diagnosticar alzhéimer en estadios tempranos
El alzhéimer es la principal causa de demencia y, hasta ahora, no existe ningún tratamiento efectivo que pueda prevenir, retrasar o detener su progresión. Sabemos que la enfermedad tiene una etapa prodrómica (con síntomas iniciales que preceden a la enfermedad) extensa que dura entre 15 y 20 años antes de que se manifiesten los signos clínicos. Pero para visualizar un futuro tratamiento efectivo, es necesario poder diagnosticar con precisión la patología en sus etapas más tempranas.
En la actualidad, no existe un biomarcador que pueda usarse para el diagnóstico prodrómico de la enfermedad de Alzheimer como parte de pruebas clínicas de rutina. La detección del péptido β- amiloide o de tau por tomografía por emisión de positrones o en el líquido cefalorraquídeo permite evaluar su progresión. Sin embargo, las técnicas implicadas tienen un alto costo económico y son invasivas, lo que los hace inadecuados para los análisis de rutina.
Científicos del Institut de Neurociències de la Universidad Autónoma de Barcelona (INc) y del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y otros colaboradores, encabezados por la experta del INc Dolores Siedlecki-Wullich, han publicado esta semana en Alzheimer’s Research & Therapy un artículo en el que identifican una firma molecular basada en microRNAs (pequeñas moléculas de RNA), en plasma, compuesta por miR-92a-3p, miR-181c-5p y miR-210-3p.
Método sencillo, eficaz y asequible
Los autores han encontrado un aumento significativo en los niveles plasmáticos de estos miRNAs en pacientes con deterioro cognitivo leve y alzhéimer. Además, los datos preliminares sugieren que esta firma de miRNAs podría utilizarse para predecir la progresión del deterioro cognitivo leve hacia el desarrollo de la enfermedad.
“Hemos identificado un biomarcador rentable basado en un análisis de sangre que mejoraría el reclutamiento de participantes en ensayos clínicos, impulsando su avance terapéutico. Además, permitiría a los pacientes y sus familias beneficiarse de una aplicación más temprana de las terapias no farmacológicas utilizadas para mantener la función cognitiva, mejorando la calidad general de vida de pacientes con la enfermedad”, explica el investigador del INc, José Rodríguez.
Para Dolores Siedlecki-Wullich, “estas observaciones respaldarían el desarrollo futuro de un kit molecular que podría proporcionar un método sencillo, mínimamente invasivo, eficaz y asequible para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer en sus etapas más tempranas en el examen clínico de rutina que se practica a todo el mundo.”
Fuente: SINC